Prisa tenemos todos, seamos repartidores de tamales o secretarios de Estado. Y en esta Ciudad de México tan complicada, muchos son lo suficientemente gandallas para todavía pasarse el Reglamento de Tránsito por el arco del triunfo volviendo todo aún más caótico.
¿Qué diría una empresa que participa en Jóvenes Construyendo el Futuro si se enterara de que el becario está llegando a su primera entrevista tomando una calle en sentido contrario? Total, el becario puede argumentar que si la que le está pagando su beca lo hace, por qué él no puede.
Hay que ser congruentes con eso del orden, la urbanidad y el cumplimiento de la ley que tanto promueve la Cartilla Moral de la 4T.
Saber diferenciar lo importante de lo urgente es una herramienta elemental de eficacia. Siempre me ha causado mucha gracia ver a los funcionarios treparse a una moto porque les urge llegar a algún lado. Pues sí, es mucho más rápido, pero hay que saber hacerlo. Ni cargando 8 bolsas porque es peligroso, ni violando el Reglamento de Tránsito.
Así que secretaria Luisa María Alcalde, muy bien que no haya ignorado a la prensa que la abordó y que amablemente les haya dicho que la iba a dejar el avión, pero no sea mala onda. Regañe a su conductor y asegúrese que no lo vuelva a hacer ni con usted ni con nadie. Hay que predicar con el ejemplo.