El primer domingo de junio habrá elecciones en 4 entidades federativas, Veracruz, Nayarit, Coahuila y Estado de México, sobresaliendo por la importancia de su padrón electoral, la elección de gobernador en este último, en el que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), mantiene una cerrada competencia con el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que por primera ocasión tiene ante sí la oportunidad de ganar una gubernatura y al mismo tiempo de poner un gran descalabro al grupo político mexiquense, que es el más importante del país y al que pertenece el presidente Enrique Peña Nieto.

Por ello la detención que en los últimos días se dio de los ex-gobernadores de Tamaulipas y Veracruz, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Javier Duarte de Ochoa, viene a representar -sin duda-, un gran suministro de oxígeno para el priismo, al que ante la falta de credibilidad y de confianza por parte del electorado nacional, le hace mucho bien el aparentar que el combate a la corrupción y a la impunidad va en serio.

Se equivoca quien siga pensando que el partido político que gana el Estado de México tiene ganada la elección presidencial, pues si bien es numeroso su padrón electoral, no lo es todo en una elección federal y menos cuando el resultado de la jornada del 4 de junio, no será de más de 5 puntos de diferencia entre el primero y el segundo lugar; pero sí está en lo cierto quien asegure que el EdoMex es el laboratorio electoral del 2018 y que ahí habrá de definirse la estrategia que cada uno de los partidos y coaliciones tomen para el proceso del próximo año.

SÁBADO DE GLORIA…

Pero sin duda que la detención de Yarrington y Duarte habrá de tener un impacto en la elección de gobernador en Nayarit, Coahuila y Estado de México, así como en la de presidentes municipales en Veracruz; especialmente la de Javier Duarte, considerado por mucho como el más bandido y criminal de los gobernadores que ha habido en todo el país, saqueador y depredador de su estado, así como sospechoso de ser homicida intelectual de periodistas y responsable de una administración gubernamental en la que se cometieron de los peores atrocidades.

Duarte fue aprehendido en Guatemala, país vecino en el que se había refugiado y en el que se le localizó tras poco más de 6 meses de mantenerse prófugo, tiempo muy corto si se considera su gran capacidad económica y las altas complicidades y relaciones políticas que posee, por lo que su captura significó un auténtico sábado de gloria para la Procuraduría General de la República, para la que la captura del ex-mandatario veracruzano llega en el mejor momento, -ni antes ni después-, para que no se especule que fue una acción concertada con fines electorales, pero que al mismo tiempo se refleje en favor de las autoridades a las que tanta falta les hace un poco de credibilidad.

Una vez que sea extraditado a México, Javier Duarte enfrentará cargos por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, además de que podría fincársele responsabilidad en otros ilícitos; pero aunque lo refundan en prisión para toda la vida, al PRI le hace falta mucho más que eso para poder resucitar con la suficiente fuerza para mantenerse en el poder después del 2018.

Tomás Yarrington de Tamaulipas y Javier Duarte de Veracruz, no son los únicos ex-gobernadores a los que el pueblo de México desea ver en prisión, rindiendo cuentas ante la justicia y regresando lo mucho que saquearon de sus estados, así que el 4 de junio se verá qué más le hace falta al PRI, al menos para mantenerse con vida.

FABRICAN DELITOS…

Uno de los principales vicios al interior de las corporaciones policiacas es la fabricación de delitos y, si alguien pensó en algún momento que en la Policía Federal preventiva había quedado erradicada esta práctica, la detención efectuada esta semana, del hermano de una funcionaria del Gobierno de Hidalgo en la carretera Pirámides-Tulancingo, puso en evidencia que no es así y al mismo tiempo puso al descubierto que la relación entre la dependencia federal y la administración estatal, no es precisamente la mejor.

Con inusitado interés y pagando mucho en redes sociales para publicitarlo, se difundió ampliamente que “el hermano de la directora de Gobernación en Tepeapulco, Guadalupe Sosa Márquez” había sido detenido en dicha carretera en la que supuestamente se dedicaba al asalto de transportistas; al menos así se aseguraba en las publicaciones, en las que también se acusó a la funcionaria de haber pretendido influir para que no se difundiera la situación.

Lo que llama la atención una vez que han trascurrido los días, es que no hubo tal asalto a mano armada ni el robo al que se referían, tampoco evidencia alguna de que hayan encontrado las drogas o armas que se dijo y todo quedó en que las personas que fueron detenidas y cuyas fotos se filtraron ampliamente –violando sus garantías-, viajaban con un remolque hechizo y un vehículo que en alguna ocasión fue robado, pero que ya ha sido librado de problema por la Fiscalía General del estado de Puebla.

Lo que sí quedó muy claro fue el interés de la PF por golpear mediáticamente a alguien de la administración hidalguense. ¿Será al secretario de Gobierno Simón Vargas y por ello el ataque a su funcionaria?

REGRESO…

Y después de poco más de tres meses, la población de Ixmiquilpan permitió el reingreso de la policía estatal a ese municipio, en el que la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo a cargo de Mauricio Delmar Saavedra, implementó un operativo de vigilancia con motivo de la temporada vacacional.

Los subordinados de Delmar Saavedra no podían ingresar a Ixmiquilpan desde los lamentables hechos ocurridos el 5 de enero, por lo que el hecho de que hayan vuelto al corazón del Valle del Mezquital, es una muy buena señal de que pese a los grupos en resistencia y las autoridades municipales, podría muy pronto restablecerse una auténtico orden en esa zona.