Jorge Emilito González Torres:

Travieso chamaco que sufre el síndrome de Chabelo, a pesar de su progresiva madurez siempre será un niño, aunque a diferencia del popular comediante éste infante tiene un color verdoso, muy probablemente por su fascinación por los dólares. Jorge Emilito es candidato a que una buena cantidad de policías me lo bolseen hasta sus más interiores posesiones, en especial sus lujosos departamentos en el extranjero o en las mejores playas del país, no vaya a ser que ahí esconda algo muy explosivo como el cadáver de una extranjera. 

Emilito Azcárraga Jean:

Hijo de tigre pintito, se dice que este pequeño (burgués) es muy hábil, suele esconder resquicios legales para mantener sus privilegios en el terreno de las telecomunicaciones. Es de todos conocido que Emilito atesora leyes a modo, reformas favorecedoras y concesiones de por vida, así es que señores policías aprovechen algún triunfo americanista para agarrar a este mocoso en paños menores y confiscarle todo aquello que desde hace varias generaciones huele muy mal, tal vez porque lo guarda en lugares sumamente sucios.

Carlitos Romero Deschamps:

El Ricky Ricón de las caricaturas, de las caricaturas políticas de los moneros de este país. Carlitos no escatima en lujos, tampoco su parentela, es tal su poder económico que su fortuna le alcanza para sobornar a todos los políticos que han convivido con él. Con la reforma energética, se podrán explorar aguas profundas, también yacimientos que ni siquiera se han explotado, lo que nunca podrán hacer, es dejar en calzones a Romero Deschamps, pues aunque sobren manos de la Gendarmería Nacional o de la Policía Federal queriéndole pasar ?báscula?, Carlitos es intocable.

Eduardito Bours:

Niño al que le encantan los huevos, dicen que sus favoritos son los huevos tibios, así los trae en su lonchera desde que pasó por una guardería de nombre ABC. Eduardito debe ser muy bien revisado, estamos seguros que en sus bolsas guarda además de canicas y corcholatas, muchas evidencias (que huelen a huevo podrido) de algunos de sus amiguitos que causaron un incendio muy trágico en Sonora. Sugerimos a la Gendarmería Nacional mande a los policías con manos más grandes, con dedos más largos y toscos para auscultar como se debe a Lalito; a muchos mexicanos nos encantaría ver cómo le revisan hasta los huevos a este chingado mocoso hijo se su Bachoca madre.

Eric Fernández.

@fdezeric