¿Cómo explicar la imagen donde se ve a una candidata a una presidencia municipal recibir fajos de dinero? He buscado una definición distinta a la de la corrupción pero me ha sido imposible encontrarla.
Sin embargo, para Andrés Manuel López Obrador y sus incondicionales, el video que muestra a Eva Cadena, la hoy excandidata a ocupar la alcaldía de Las Choapas, Veracruz, recibiendo dinero en efectivo de una mano anónima, todo se reduce a una “campaña sucia” en contra del mandamás de MORENA. Así de simple, no hay perversión, no hay lavado de dinero, no hay delito, solo hay “campaña sucia”.
Asegurar sin pruebas que el medio millón de pesos entregado a Doña Eva llegó a los bolsillos de López Obrador, me parece irresponsable. Pero igual de irresponsable me parece la respuesta del tabasqueño ante la evidencia de corrupción por parte de su correligionaria.
Si bien se puede deducir que el evento en el que la susodicha política veracruzana pide una “bolsita” para guardar los billetes, fue planeado y llevado a cabo con toda la intención de dañar la imagen de su jefe, la réplica de este es más que cómoda. Como siempre, “El Peje” acusa a sus enemigos favoritos de armar un complot en su contra y se engalla diciéndose próximo presidente, pero de condenar el acto o exigir una investigación, nada, absolutamente nada.
Por su parte, Eva Cadena, se dice engañada y víctima de su ingenuidad (no especifica si su ingenuidad estuvo en recibir la lana, pedir una bolsita o no darse cuenta de que era grabada). Además, de forma increíble, asegura no conocer a quien le surtió los billetes, pero que aun sin saber quién es la espléndida patrocinadora, jura que ya se los regresó.
Obrador y Cadena, al igual que la mayoría de los políticos mexicanos, carecen de autocrítica; la enorme soberbia que les caracteriza, nunca les permitirá reconocer un error o reprobar los malos actos de un colaborador.
Hay que subrayar que el complot da frutos porque ya sea con ligas o bolsas, gente que trabaja para AMLO se ha endosado dinero a cambio de prebendas, y la intriga funciona porque esos mismos corruptos dan argumentos para que se concrete. Es decir, si de manera digna, los involucrados en la aceptación de dinero, se hubieran levantado del sillón dándose media vuelta sin haber tomado una sola moneda, cualquier maquinación resultaría inútil.
Sería bueno que de una vez por todas, después de más de 18 años de proclamarse como “un político distinto”, Andrés Manuel lo demostrará con hechos; ya es hora de empezar a ver la paja en el ojo propio.