El impacto negativo del Covid-19 en la economía global ha sido tan agresivo como si un surfista quedase atrapado en medio de una ola gigante y ésta lo revolcara dejándolo al borde de la muerte por ahogamiento con la tabla tipo “Tow in”, destrozada en mil pedazos.

Cinco meses han pasado desde la aparición del coronavirus y aún no se sabe de ningún responsable, el presidente Donald Trump, insiste en responsabilizar a China. Hay quienes aseveran que ahora desde oriente se mueve el planeta, pero lo único cierto y verdaderamente tangible es que México es uno de los países de América Latina que sortea los estragos de la pandemia con severo cansancio financiero; similar al que experimenta el surfista que se atrevió a subir la ola más larga del mundo llamada “Silver Dragon”, experiencia de una sola vez al año precisamente en la desembocadura del río Qiantiang con la bahía china de Hangzhou.

De acuerdo con información que proporcionó la legisladora tamaulipeca, Rosa María González Azcárraga, la Organización Mundial del Turismo (OMT), señaló que este año los flujos turísticos internacionales podrían caer entre 1.0 y 3.0 por ciento, con una disminución en la derrama económica global de entre 30 y 50 mil millones de dólares; las afectaciones serán inminentes, ya en el sur de Tamaulipas existen al menos una veintena de hoteles que cerraron operaciones durante la contingencia.

Por eso, actuando como el salvavidas del surfista que enfrentó a la gran ola china más grande y peligrosa, la Diputada de la Sexagésima Cuarta Legislatura subió a tribuna solicitando a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público SHCP), del Gobierno Federal, implementar acciones que ayuden a combatir los estragos económicos y el desempleo, provocados durante y después de la pandemia del Covid-19; pero además Rosa María González Azcárraga, Diputada por el Distrito 22 Tampico, en su proyecto exhortó a la SHCP a implementar acciones para apoyar la economía de las empresas ligadas al sector turístico, como son los restaurantes, hoteles y otros servicios; permitiendo al consumidor deducir impuestos en una mayor cantidad a la habitual y hasta donde ahora por ley tiene permitido.

A ver si la escuchan las autoridades federales, pues con el regreso de los fines de semana largos (que nunca se fueron), el proyecto de González Azcárraga, beneficiaría no solo a la industria sin chimeneas, sino a toda aquella familia que tenga la oportunidad de salir a ranchear o viajar por el interior del país. Aunque a decir verdad, nada estaría mejor que escuchar a los hoteleros, restauranteros y demás prestadores de servicios turísticos pues hasta parece que le tienen miedo a los medios de comunicación; eso sí cuando la gran ola china “Silver Dragon”, los rebase, revuelque, y deje casi ahogados con espuma en la boca hasta van andar llorando y pidiendo todo regalado.

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