Hace 30 años vivíamos bajo un gobierno Priista, eran los tiempos de la renovación moral de la sociedad, máxima nacida de la ruptura del nuevo gobierno con el anterior "al puro estilo del PRI" en el cual muchos y muy importantes servidores públicos visiblemente se habían servido con la cuchara grande de la corrupción,  la cruda del milagro mexicano; como ejemplo la colina del perro del Jolopo y el Partenón de su amigo Durazo.

El país se sumía en una crisis financiera y devaluación de la moneda causada por la caída de los precios del petróleo, más de la mitad de la población vivía en la pobreza.

Nos abríamos al mundo con la firma del GAAT con la seguridad de que el libre comercio traería al país un desarrollo sin precedentes, se sentaron las bases para la posterior privatización de la industria paraestatal hacia los extranjeros y la iniciativa privada como motor del desarrollo.

Los narcos  como hoy cultivaban marihuana y heroína en sus ranchos y la traficaban junto con cocaína hacia USA,  los gringos calificaban nuestro desempeño en la guerra contra las drogas y con base en ello nos apoyaban económicamente o no.

Si  Marty Mc Fly fuera mexicano y hubiera aterrizado ayer, no hubiera encontrado mucha diferencia entre lo que sucede hoy y lo que sucedía hace tres décadas, hasta puede ser que tuviera que fijarse bien para encontrar diferencias.

Tal vez 30 años no son muchos para cambiar un país, tal vez las cosas están igual y algunas peor, quiero pensar que no siempre viviremos en medio de la crisis y que dejaremos este orden descendente hacia una sociedad más honesta, civilizada, más igual y en paz

Si seguimos haciendo las cosas de la misma manera no obtendremos un resultado diferente.