Ayer, durante las reuniones diversas que sostuvimos con los amigos y las actividades propias de quienes tenemos que cumplir una agenda ciudadana, el tema fue la integración de las coaliciones electorales, sus perspectivas, las inclusiones y las expulsiones y por supuesto los reacomodos en los diversos frentes políticos. Hay opiniones diferentes que obviamente tienen que ver con el actual contexto que implica la suma o resta de personalidades, pero también se habló de quienes - muchos- estuvieron coludidos en el Pacto por México. Así fue la jornada.

Se cuestionó la intromisión del venezolano J.J Rendón, experto en guerra sucia y ultraderechista declarado y la fallida estrategia de los nefastos, Javier Lozano Alarcón y Aurelio Nuño Mayer, quienes con una furibunda campaña, pero fallida estrategia, usaron a los rusos para atacar a ya saben quién y contaminaron, aún más, la campaña de su aspirante presidencial, José Antonio Meade, quien por cierto tuvo un pésimo fin de semana en varios actos públicos. No faltó el comentario sobre la renuncia de Gabriela Cuevas y el activismo de Tatiana Clouthier, pros y contras en el trabajo de ambas mujeres. A mí me parece que en política nada es eterno y que algunos no entienden la dialéctica y se olvidaron de Galileo Galilei.

Pero también los medios y las redes se saturaron con opiniones varias, desde aquellas que rayan en el insulto sin razón, hasta las más sensatas que contribuyen a dar una visión del México nuevo que vivimos con sus más de 120 millones de habitantes y el arribo de nuevas generaciones , mismas que se combinan, coinciden o discrepan con aquellos que  -en la derecha o en la izquierda- se mantienen en posiciones de avanzada y se reconstruyen en teoría y práctica o con los que se quedaron anclados y acartonados en conceptos que no son viables para una realidad que se vive cotidianamente. Renovarse o morir.

En 2006 y en 2012, dimos debates frontales y discusiones con argumentos sobre programa y alianzas, así puedo afirmar que impulsé la apertura con los actores ciudadanos y el acuerdo y el diálogo político con sectores que no coincidían con la propuesta de Andrés Manuel López Obrador y afirmé que sin abdicar en principios y manteniendo la ética, era importante impulsar acuerdos fundamentales por lo menos para frenar las campañas de odio y lodo desatadas por aquellos que no quieren avanzar en un cambio de régimen, así lo sostuve y poco caso se hizo, imperó el purismo sin sustento y así nos ha ido, México perdió y la soberanía. Ahí están los resultados de la "reforma" energética, por ejemplo.

Esa misma posición impulsé desde hace un año, lo bueno es que se sentaron las bases para el Acuerdo por la Transformación de México. Debe entenderse que somos un estado plurinacional y que hay que integrar a todos los sectores para reconstruir la economía y cambiar el sistema político. Es imprescindible que después del 1 de julio, se convoque a un Congreso Constituyente y a una nueva elección que elabore las bases de una democracia participativa.

 El tiempo nos dará la razón y la sociedad lo exige. Un programa de rescate a la nación debe escuchar a otras voces y ser incluyente, pero también respetar los disensos, mas no las ofensas y sucumbir ante las presiones de los privilegiados de siempre o las amenazas de los monopolios y los usureros. Hay que cambiar todo.

En el actual escenario, participan en todas las coaliciones electorales, actores que impulsaron y firmaron el Pacto por México, pues Peña Nieto logró convencer a quienes hoy se desdicen de ello, a algunos les otorgo prebendas y recursos económicos, a otros concesiones y espacios de poder y a otros se los llevó a pasear en los distintos viajes que realizó al extranjero. Así sucedió con Ricardo Anaya,  Rafael Moreno Valle, Graco Ramírez, Miguel Ángel Mancera, Margarita Zavala y con los senadores y diputados del PRD, sobre todo con sus coordinadores parlamentarios, ahí están las fotos y los hechos, aunque ahora algunos se desdigan de ello y adopten un nuevo discurso.

 Se vale cambiar, sí, pero también debe haber ética y moral, que no son poca cosa. De los otros impulsores del "pacto", pues ya sabemos cuál era y es su papel. Las consecuencias como con el fraude del siglo, el FOBAPROA, la estamos pagando los mexicanos todos. 

Pero está bien, ya se dijo, se vale revisar nuestros actos y rectificar por el bien de México, lo que no se vale es la mentira, la simulación, el engaño, la prepotencia, la soberbia y el rencor de aquellos que han mamado de las ubres del poder y usufructuado las finanzas públicas a espaldas del pueblo. No importa de dónde vienen, sino a dónde vamos, de acuerdo, pero si están por un cambio democrático, también deben cambiar sus actitudes y prácticas, pues muchos ex senadores del PRD que han pasado a las filas de Morena y hoy son aspirantes o precandidatos se comportan peor que los priistas rateros y corruptos y hay que detenerlos a tiempo y señalar lo que pensamos y creemos. No hemos luchado por libertad, justicia y dignidad durante la vida y hoy, con el supuesto de no "entorpecer o dañar a Morena y a la propuesta que encabeza tengamos que callarnos. Nadie debe agachar la cabeza ante los soberbios y aprendices de caciques que amparados en la figura de AMLO, pretender imponer sus decisiones torpes, como si los demás no pensáramos. Barbaridades no, cambio a favor de los que menos tienen, sí.

Reflexiones. La marcha que encabeza Javier Corral, debe ser sustituida por muchas marchas de la sociedad en estados y municipios agraviados por los gobiernos corruptos y saqueadores del PRI-PAN-PRD. Hay que propagar la convocatoria. Y por otro lado, desde aquí les mando un abrazo sincero a mis amigas  Tatiana Clouthier y Lili Téllez. ¡Hasta la próxima!

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