A los “catlovers” del mundo.

Mi hijita, la sensacional actriz Mayita Mazariegos, hizo una fiesta de Halloween en jueves 31 de octubre del 2019. Acudí disfrazado de Blácula (y gané el concurso de disfraces); esa noche tuve conocimiento de una historia ejemplar, que bien pudo convertirse en un gran guion cinematográfico, en manos de mi admirado y recién fallecido amigo, José de la Colina.

Mayita vive en la colonia Viaducto Piedad, donde no solo hay muchos gatos, sino también están los leones de Zamacois (el 10 de Octubre de 2018, descubrieron que un vecino tenía tres leones en la azotea su casa).

Un gatito pequeño apareció en el jardín de Mayita el 13 de Octubre del 2018 (¿será que huyó de la casa de los leones, al sentirse amenazado por la presencia de felinos más grandes?), lo adoptó y le puso de nombre “Solovino”.

El hogar de Mayita lo comparten otras personas y otros gatos. “Solovino” (antes de ser esterilizado) tenía la costumbre de salirse de la casa, explorando calles y azoteas lejanas, hasta que una vez se perdió; mi hijita se puso muy triste y pegó anuncios, encontrándolo una chica llamada Karlita, quien tiene un albergue muy modesto para gatitos, donde también habitan gatos bravos, como “La Vaca”, que tiene en rostro lleno de cicatrices por peleas callejeras.

El terror de los gatos que salen a vagar por las noches en Zamacois, es un gato blanco que los golpea salvajemente (ya dejó tuerto a “Coco”, el gato de Roger, el taquero).

Existe un comité de vecinos con un chat de Whatsapp, dedicados a la caza del malvado gato blanco. Mi hija se asustó tremendamente cuando subieron un video de “Solovino” escondido debajo de un automóvil, amenazado por el feroz gato blanco, quien al ser descubierto salió huyendo.

El comité descubrió que el gato blanco pertenece a un médico, quien dice que no puede encerrar a su gato, pero que si los vecinos lo atrapan en las calles, tienen su autorización para esterilizarlo y debilitar su agresividad.

Mayita le informó al comité, que el gato blanco suele entrar al jardín de su casa (salvo las noches lluviosas), por lo que tres mujeres se pusieron de acuerdo para atraparlo: Karlita, que rentó la trampa para gatos (pues es costosa), Mayita, quien pone el jardín para que se coloque la trampa, y la Doctora (encargada de cuidar y esterilizar al gato blanco).

El problema es que no han podido atrapar al gato peleonero, pues no se han podido reunir los requisitos para apañarlo: si la lluvia no frustra su detención, la habitante del jardín no está; cuando sí está, la trampa no está rentada; si hay trampa y jardín, la encargada de cuidarlo y esterilizarlo no puede. Mientras tanto, el malvado gato blanco se anda paseando impunemente por las calles, atacando a los gatos con dolo y placer; aterrorizando a los vecinos y burlándose de la autoridad. Después de dos meses de intentos fallidos, la captura se ha intensificado a partir de la fiesta de Halloween de Mayita, porque el comité de vecinos dijo: “Fiestas de madrugada o gatos peleoneros. No podemos soportar tantas arbitrariedades en nuestro querido barrio”.

¿Lograrán algún día capturarlo?

Sería ingenuo pensar, que el Presidente le respondería al reportero Irving Pineda, cuál pieza del cártel de Sinaloa negocia con las fuerzas federales (porque esa información pone en riesgo tácticas muy delicadas), pero aunque se le respondiera, esa información no serviría de nada para capturar al hijo del “Chapo”, pues eso depende de varios factores muy complejos, algunos de los cuales no pueden ventilarse, para no entorpecer las acciones efectivas de las fuerzas federales.

También sería ingenuo pensar, que Mario Marín se anda paseando capulinamente por Atlixco, Puebla (aunque lo busque la Interpol), tan solo porque tiene “buena suerte”, sin tomar en cuenta cuántas figuras públicas podrían salir a la luz como pederastas si lo apañan, documentadas en relaciones sexuales con menores de edad, dentro de la red de Kamel Nacif y Jean Succar Kuri.

Las dificultades para atrapar a Carlos Romero Deschamps y Emilio Lozoya, tienen sus raíces en complicidades jurídicas y policiales donde probablemente circule mucho dinero. Si algo nos ha enseñado la historia, es que no es tan fácil apañar a cualquiera.

Afortunadamente, las detenciones de Rosario Robles y Juan Collado, nos dan la esperanza de que meter en una trampa al malvado gato blanco, no solo es deseable, sino también posible.