Durante los más recientes informes y discursos de nuestros servidores públicos en Quintana Roo, las cifras en torno al empleo han sido motivo de celebración. Los datos duros y los números que nunca mienten, reflejan una realidad no vista en años, gracias a estrategias bien pensadas durante toda la administración del gobernador Roberto Borge Angulo.

Los porcentajes disponibles de desocupación en nuestro estado en los últimos meses fueron: 3.6% en abril; 3.8% en mayo, y 3.6% en junio. El de julio es probable que se mantenga, lo cual da cuenta de una política sostenida y por demás fructífera, ya que la tasa nacional promedio durante los mismos meses fue superior al 4%.

Esta es información del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, del Servicio Nacional del Empleo y del Seguro Social, cuyos márgenes de error son mínimos. Estas mismas fuentes nos sitúan en el tercer lugar nacional con mayor porcentaje en la tasa neta de participación y como el quinto estado donde mejor pagan a trabajadores. Esto significa que el porcentaje de la población que estando en posibilidad de trabajar, lo hace sin problemas, y gana más que en casi todo el país. Casos emblemáticos como el de Solidaridad, donde trabaja el 98% de la Población Económicamente Activa, son ejemplos citados con frecuencia en otras regiones.

Lo mejor -vale destacarlo-, es que dichas estadísticas son logradas tanto por nuevos profesionistas como por personas de la tercera edad y con alguna discapacidad; asimismo, por empleados con años de experiencia o recién llegados al territorio, pues la entidad ostenta la tercera tasa más alta de crecimiento de población con 3.1%, superior a la media del país de 1.8%. Además, el 54% de la población total del estado no nació en Quintana Roo, lo cual representa la segunda tasa migratoria más alta con 8.7%.

Con ello es posible determinar que más de la mitad de los profesionistas no estudió en Quintana Roo y que, aun cuando crece vertiginosamente, seguimos entre los mejores de la república, tendencia que seguramente mantendremos.Hay, pues, trabajo para la mayoría.

Lo anterior nos ha permitido establecer alianzas y convenios con diversas instancias, tanto públicas como privadas, en busca de agilizar la selección del personal, de acelerar el reclutamiento y de mejorar la capacitación con cursos, para que esos niveles de ocupación laboral no bajen. Todo eso, apuntalado con más becas y fomento al autoempleo.

Durante el último año, por ejemplo, hemos emprendido acciones conjuntas con universidades, dependencias de los otros dos niveles, Derechos Humanos, organizaciones civiles, corporaciones policiales y sindicatos, con el objetivo de consolidar ese círculo virtuoso que invariablemente coadyuva en la paz social y la estabilidad política.

De esta manera, sostenemos que el éxito de la política laboral en nuestro estado no es un golpe de suerte ni un logro coyuntural. Aun así, no predomina la autocomplacencia, porque hoy más que nunca la responsabilidad se multiplica, como también la motivación y la voluntad de seguir cumpliendo.

*Secretario del Trabajo y Previsión Social de Quintana Roo