En los próximos meses se renovarán varias gubernaturas en el país, entre ellas, Quintana Roo. Y en los últimos días hemos visto pasar de todo con tal de ser el próximo gobernador. Mientras tanto, en el PRI parece que la unidad cada día se ve más deteriorada.
En días pasados renunció Carlos Joaquín al PRI diciendo: “No seré cómplice de un sistema que abandonó su responsabilidad y se convirtió en un depredador de los recursos naturales. Me desmarco de un partido que traicionó sus orígenes, fracturó su militancia e ignoró a la gente que debería servir”.
Como si las cosas no estuvieran tan bien en el Revolucionario Institucional, ahora Gabriel Mendicuti, secretario de gobierno en el Estado, descartó de la contienda a José Luis “Chanito” Toledo, argumentando que el hecho se debe a la renuncia de Carlos Joaquín. Y fue más allá, sostuvo que ahora sólo quedan cuatro aspirantes a la gubernatura de Quintana Roo.
¿Quiénes son, según Mendicuti? Mauricio Góngora, Paul Carrillo de Cáceres, Eduardo Espinoza Abuxapqui y, obvio, él.
Durante el primer mes del año, el alcalde de Othon P. Blanco, Eduardo Espinosa Abuxapqui, declaró que él era uno de los finalistas al interior de su partido en la contienda para la Gubernatura.
“Tengo aspiraciones válidas, la misma sociedad es la que empuja y tenemos que analizar muy bien el futuro político de un servidor, pero por supuesto respetando la Institucionalidad y las decisiones al partido que pertenezco”, expuso uno de contendientes a la gubernatura, según Mendicuti.
Así que en el PRI parece que se les está haciendo bolas el engrudo, el tiempo pasa y los suspirantes parecen estar en el limbo. El líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, no ha querido voltear la cara para el sureste; ojalá después no vaya a ser muy tarde.