Hoy Quintana Roo cumple 41 años. Es un estado joven, pero con una madurez impresionante en diversos ámbitos del desarrollo. En solo cuatro décadas ha podido consolidarse como potencia turística mundial, lo que ha generado inversiones, crecimiento económico y, por supuesto, empleos.

En visita reciente a nuestro estado para anunciar la homologación nacional del salario mínimo en 70.10 pesos, el secretario federal del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, reconoció a la entidad como líder y ejemplo. En efecto, como titular de la dependencia reitero lo expresado en otras oportunidades: seguimos entre los mejores en generación, ocupación, formalidad y salarios.

Un dato refleja este alegre panorama: de acuerdo con los Servicios estatal y nacional del Empleo, obtuvimos el primer lugar del país en generación con 7.9 por ciento de crecimiento durante el primer semestre.

El anuncio efectuado por el secretario en Quintana Roo, tiene ese mensaje implícito de reconocimiento, pues al analizar las realidades económicas en torno se comprueba una fortaleza sostenida producto del éxito turístico, la seguridad y las estrategias trazadas desde el inicio de la administración del gobernador Roberto Borge Angulo, quien encabeza la celebración del aniversario.

Y es que tenemos casos únicos en el país, como Solidaridad, donde el 98 por ciento de la Población Económicamente Activa tiene trabajo.

Estos resultados, ratificados el mes pasado además por el Servicio Nacional del Empleo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y el Consejo Nacional de Población, exhibe la eficacia de nuestros planes, la comunicación productiva con autoridades de todos los niveles, la atención inmediata (sobre todo a grupos vulnerables) y la inversión millonaria para robustecer a esta Secretaría.

No son coincidencias: festejar logros turísticos, además de crecimiento económico, estabilidad política y paz social, hacen de nuestro Quintana Roo una tierra de inagotables oportunidades, ya que todas las cifras en cuestión nos favorecen al momento.

Por lo anterior y por otros tantos indicadores en ramos distintos, nos permiten asegurar al resto de la nación que somos un polo de desarrollo que no se detiene frente a ninguna adversidad. Estamos preparados y con ánimo de seguir avanzando.

En lo personal, es un orgullo haber nacido en este paraíso.

¡Felicidades, Quintana Roo!