¿Por qué la Cuarta transformación no ha logrado ser totalmente efectiva?

Respuesta: Por que la Tercera transformación, que fue la Revolución Mexicana, no fue lo que debió haber sido, dejando como consecuencia que no se pueda consolidar esta tan anhelada Cuarta transformación.

Durante el Porfiriato, México vivió una de sus épocas de mayor plusvalía económica de la Historia, incluso, pudo haber sido considerado, en números, primera potencia económica mundial, y lo que más vale la pena analizar de ese periodo histórico, es la respetabilidad universal que logró tener Don Porfirio Díaz, misma con la que logró establecer vínculos diplomáticos y comerciales con Inglaterra, lo que originó que se presentara inevitablemente una Revolución Mexicana provocada por intereses norteamericanos que no estaban de acuerdo con dicha alianza, incluyendo a la relacionada con la explotación del petróleo mexicano, pero como toda revolución, ésta debió habernos transformado para bien, por lo que sintácticamente hablando, no se trató de una revolución tal cual, y por ende, su poder de transformación no fue el esperado.

Era tan grandioso el idealismo de Porfirio Díaz, que incluso propuso conmemorar el centenario de la Independencia de México con la acuñación de la moneda de oro circulante más cara del Mundo, que equivaldría su valor a 50 pesos mexicanos de la época.

Se podría analizar que la idea para revolucionar a México como parte del Wilsonismo emergente en los Estados Unidos surgió en 1910, cuando las empresas petroleras monopólicas de John D. Rockefeller comenzaron a quebrar, tenían que idear un plan para negociar con México y poder quedarse con la industria petrolera que ya estaba en manos inglesas, pero como no lograron superar el nacionalismo existencial de Francisco I. Madero para lograr tal negociación, decidieron mejor contratar a un traidor de apellido Huerta y acabar inhumanamente con la vida de Madero creyendo que así podrían negociar más fácil, pero no contaban con que surgiría un movimiento social tan complicado, llamado Revolución Mexicana, el cual se avivó con las diferencias sociales que han existido en este país desde su descubrimiento en 1492, por lo que más que un surgimiento territorial de caudillos, se trató de una lucha de poderes la cual quiso ganar el General José Doroteo Arango Arámbula, pero por su también complicidad inicial con los estadounidenses, no lo pudo lograr ni transformándose en Francisco Villa; y así pasó el tiempo, y la Primera Guerra Mundial, y la crisis de Wall Street, hasta que después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos lograron su ideal, el de poder administrar el petróleo mexicano (ver ensayo sobre huachicoleo en SDP noticias: Enero 18, 2019), y Pemex, que debió haber liderado la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) desde su fundación, y lograr ser tan grande como las compañías petroleras de Arabia Saudita no lo fue.

Pero ese engrane que se zafó durante la Revolución Mexicana y que hizo que toda la maquinaria transformadora falle, puede recolocarse, en primer lugar, repatriando los restos de Don Porfirio Díaz como un acto litúrgico de reconocimiento y solemnidad, y revocando el decreto que nadie entiende que obligó a a México a no venerar a Don Porfirio Díaz con monumentos ni calles, tal como se decretó también en su momento para los Niños Héroes, y en segundo lugar, actuando socialmente como cuando vivimos esa plusvalía económica durante el Porfiriato, y que el peso de plata alegóricamente vuelva a ser la moneda de intercambio comercial mundial, incluyendo al comercio actual que equivaldría al que se realizaba con la Nao de China, y lograr revocar, a 3 años de que se cumpla su centenario, el controversial tratado que lleva el apellido de un gran Virrey español: Bucareli.

Comentario personal: Hace 25 años llevé un curso de Otorrinolaringología en el Hospital de Pemex de Picacho en la Ciudad de México, con el Maestro y académico Pelayo Vilar Puig, donde conocí pacientes, de más de 80 años, que me comentaron que habían trabajado con los ingleses en la compañía “Águila Real” de extracción de petróleo, donde eran muy bien tratados, laboralmente hablando.

Nota histórica agregada: A pesar de que existía un decreto de no tener en México monumentos con las imágenes de los Niños Héroes, somos tan hábiles, que si logramos plasmarlos en un billete de 5 mil pesos durante el gobierno del Presidente Carlos Salinas de Gortari.