Entre más se escarba, mayor putrefacción se devela en el caso del contrato multimillonario que entregó a principios del presente año el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, a su amigo el empresario Guillermo Romo Romero, a través del programa “A Toda Máquina”, consistente en un arrendamiento para maquinaria pesada por más de 3 mil 634 millones de pesos, o lo que es lo mismo, el convenio más importante que ha firmado la nueva administración en lo que va del sexenio.

Nuevas irregularidades han salido a la luz, como el hecho de que los propietarios de las dos empresas que lograron llegar a la etapa final del concurso de licitación, (Operadora de Servicios MEGA S.A de C.V y AVANCAP S.A. de C.V.) resultaron ser no solo amigos sino compadres, lo que presume un elemento más que se suma a la elevada presunción de que todo  se fraguó en medio de la camaradería (el gobernador y sus amigos (Guillermo Romo y Eduardo Servín Pérez Vargas) haciendo un negocio redondo de ganar ganar).

Y es que, habrá que recordar que Guillermo Romo Romero, propietario de la compañía Operadora de Servicios Mega, -ganadora de la licitación-, es el mismo personaje que acompañó al gobernador Enrique Alfaro Ramírez, al Staples Center de Los Ángeles, California a presenciar en primera fila un juego de Los Lakers, y que se dijo fue quien regaló los boletos carísimos para el juego, aunque el mandatario lo negó.  

Lo cierto es que a los pocos días, se conoció que ese empresario tan espléndido, era quien semanas antes había resultado con la adjudicación del millonario contrato para maquinaria.

De acuerdo a la investigación que ha seguido puntualmente el diario NTR, el proceso para la licitación se dio con inusitado apremio; en un lapso de tres semanas se giró el oficio para requerir el equipo y el contrato, se sellaron de recibidos, se publicaron las convocatorias para la licitación, se recibieron las preguntas de los interesados, se celebró una junta aclaratoria, se entregaron las propuestas por parte de las empresas interesadas en participar, se emitió el dictamen que avalaba la participación de las dos finalistas y se emitió el fallo que otorgaba el contrato a la compañía de Romo Romero y al día siguiente se firmó.

Así de expedito el proceso, pero no limpio, pues ahora se sabe que una de las empresas participantes no cumplió con requisitos fundamentales para poder concursar y aun así le permitieron seguir adelante.

Avancap no acreditó su experiencia, no presentó informe de calificadoras ni probó ser una entidad regulada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), tres obligaciones que debía cumplir, pero aún así, se le permitió continuar.

No es posible que en la Secretaría de administración del estado, instancia que vigila el concurso, no se hayan dado cuenta de la documentación faltante. En cambio, genera cierta desconfianza que justamente el titular de esa dependencia, Esteban Petersen Cortés, quien también preside el Comité de Adquisiciones, sea sobrino de Juan Jaime Petersen Farah, quien es miembro del Consejo de Administración de Operadora de Servicios MEGA.

Hay voces que aseguran un manejo sucio en la entrega del contrato; una simulación con la participación de autoridades, funcionarios, empresarios, empleados, amigos y compadres.

Ya antes, se había dado cuenta de otras irregularidades, como el hecho de que el director comercial de Operadora Mega, Román Ibarra Gangoiti, es también integrante del Consejo de Avancap.

A lo anterior, se añade que la abogada Mariel Rodríguez Printzen, es representante legal tanto en las actas de AVANCAP como en las de Operadora de Servicios MEGA, y cercana a la familia del Gobernador. Sin contar que ambas empresas tienen la misma dirección.

Las mencionadas irregularidades, generaron que los partidos políticos locales Morena y PRI, presentaran denuncias por conflicto de intereses y presunción de corrupción. Asimismo, se presentó una iniciativa en el Congreso de Jalisco a fin de que comparezcan representantes de la Contraloría estatal y la fiscalía anticorrupción ante la Comisión Legislativa de Vigilancia y el Sistema Anticorrupción. Se hace también un exhorto al gobernador para que detalle las entregas de maquinaria en los 121 municipios beneficiados.

En medio de este embrollo, el Gobernador Enrique Alfaro Ramírez, al principio soslayó el tema, ha asegurado que no hay ninguna ilegalidad y se ha enfrascado en pleitos con representantes de los medios de comunicación.

“Despreocúpense, no hay nada qué esconder”, fue la  frase que espetó, pero ante los últimos señalamientos que dan cuenta del compadrazgo entre los propietarios de las empresas finalistas del concurso y la ayuda que recibió una de ellas cuando no cumplía los requisitos, nada ha comentado y ya sabemos lo que reza aquel dicho popular; El que calla otorga”.