El señor Ciro Gómez Leyva, se pierde dentro de su burbuja minoritaria. Por el otro lado destaca la mayoría de la nación, aquellos que “compramos boleto”, como bien dice el periodista, pero para la liberación de nuestro gobierno que permanecía secuestrado, votamos masivamente para arrebatar el control de nuestros dineros de manos corruptas e insaciables, que, observando la insistente insidia televisiva contra lo que huela a AMLO, quedará duda si a éstas manos sirven al emitir sus voces ante el micrófono.  

Lo que este señor expresa a su audiencia--en su derecho de hacerlo—enmarcado en el clásico sutil ataque que lo caracteriza, divulga opiniones que son muy suyas, pero no son necesariamente ciertas--por no lastimar su susceptibilidad llamándolas falsedades: que el gobierno electo “es de un solo hombre”, que el haber elegido a AMLO “es haberse subido a la montaña rusa, es haber dado la bienvenida a la desestabilidad”. Pero que se mire para adentro Ciro, porque aún no está en funciones la presidencia electa ¿y da usted a entender que hubiéramos estado mejor votando por los corruptos que permanecían gobernando?  

Obvio que éste y otros síntomas reaccionarios causados por el shock psicológico natural de saber que el cambio será profundo, verdadero, palpable para que se desee prolongar el buen gobierno a ojos del votante, son producto del enardecimiento, por ello es que AMLO indica que habrá que tener paciencia a que pase este estado actual en el que se encuentran inmersos sus detractores, que habrá de irse suavizando y curando el shock, al gobierno ir cumpliendo con la recuperación de la dignidad en base al trabajo honrado y efectivo, a la austeridad y reactivación económica que traerá gran beneficio social lo que se podrá verificar en los próximos 3 años.  

Por descalificar, más que cuestionar--con todo y lenguaje facial corporal-- cualquier acción o decisión venida del gobierno electo, y por la inaceptación de la realidad que le ha causado evidente frustración, agresividad hacia un blanco que aún no está en la mira, quizá Ciro necesite apelar a la ayuda de la psicología, pues en cada emisión, con su conocido indirecto estilo preocupado reitero, abona a la guerra sucia, sin ninguna crítica constructiva, sino más bien con velados afanes destructivos contra la nueva presidencia. Pegando con saña que denota su daño psicológico pasajero, se despide Ciro asegurando con vehemencia antes de un corte: “…Preséntenme a alguien que votó por AMLO y siga con él… porque yo ya no los veo por ningún lado”. Caray, este pobre hombre no anda nada bien, mejor que pida su cita cuánto antes.