Este fin de semana arrancó formalmente la contienda por la gubernatura que, tal como se esperaba es una pulseada entre dos fuertes contendientes que empezaron con todo, mientras el resto de los candidatos se dedicó a observar, como espectadores anonadados, el inicio de las hostilidades.

Mientras el priista Mauricio Góngora y el ex priista Carlos Joaquín González realizaron sendos actos de campaña desde temprana hora del sábado 2 de abril respaldados por sus respectivas hordas de seguidores, José Luis Pech Várguez, de Morena, y Rogelio Márquez Valdivia, de Encuentro Social (PES), se quedaron en casa con una buena botana disfrutando del clásico español Barcelona vs Real Madrid.

También como espectador está el petista Alejandro Alvarado Muro, pero al menos tuvo la iniciativa de realizar su primera caminata por un par de horas en Cancún como arranque de su campaña el mismo sábado.

Por la intrascendencia de los opositores todos los reflectores están sobre la pelea de pronóstico reservado de los únicos candidatos peso pesado en la contienda, que desde el primer round mostraron el músculo.

En Chetumal, el ex alcalde playense Mauricio Góngora, madrugó para iniciar desde el amanecer con su proselitismo, recorriendo lugares emblemáticos de la capital como el mercado viejo y la avenida Héroes, cerrando con una nutrida verbena popular en la Explanada de la Bandera.

Góngora Escalante fue muy inteligente, pues al iniciar su campaña en la capital, corazón del sur del estado, una zona que se siente desplazada por los gobiernos recientes y que reclama mayor atención, lanzó un mensaje claro, que después reiteró con palabras llanas en su discurso de cierre de que Chetumal será una prioridad en su gobierno.

Captó el reclamo ciudadano y se mostró empático desde el inicio, lo que sin duda puede tener un impacto favorable para sus aspiraciones. De destacar también el haber sido el primero en sumarse a la iniciativa 3 de 3.

Por su parte Carlos Joaquín González hizo lo propio en Cancún, opción lógica para él pues es en este poderoso polo turístico donde el PRD y el PAN han concentrado su poderío.

El cozumeleño de la dinastía Joaquín tuvo un arranque menos efectivo en cuanto a estrategia, ya que se limitó a la inauguración de su casa de campaña y al necesario recorrido y mitin vespertino, sin dar una nota novedosa.

Eso sí, al igual que su rival priista congregó a una multitud de simpatizantes en sus eventos demostrando que tiene punch para retar al Tricolor, invicto en todas sus peleas por la gubernatura.

Los dos protagonistas están en lo suyo, y los tres espectadores también: comiendo palomitas y apostando, en lo oscurito, por su favorito.