Al invernadero mediático en el que se construyó la candidatura de Enrique Peña Nieto, llegó una juvenil primavera dispuesta a romper el cobijo informativo en el que se tiene al candidato de la coalición Compromiso por México. 

Las recientes movilizaciones encabezadas por los jóvenes de la universidad Iberoamericana, reventaron la burbuja informativa en la que se tenía al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto. Televisa se vio obligada a transmitir escenas de las marchas del día viernes y sábado. La primera se realizó en las sedes de la televisora y la segunda –denominada marcha anti-Peña Nieto- del Zócalo capitalino al Ángel de la Independencia. 

El repentino interés de los jóvenes universitarios en la política nacional, –su rechazo al sistema político mexicano, los asume como nuevos actores políticos-, ha causado gran sensación en todos los medios, tradicionales o no, la sensación de vitalidad que inyectaron a la contienda electoral ahí está. Los grandes electores olvidados por la partidocracia mexicana, exigen que su voz sea escuchada. 

De antemano podemos decir que Televisa arrojó por delante su maquinaria mediática; posicionar al candidato con base en la repetición de su imagen y su plataforma política en todos sus espacios disponibles –entiéndase radio, televisión y medios impresos-. No es novedad el engaño mediático en nuestro país. Dicha televisora reporteó la matanza del 2 de octubre treinta años después… 

Aquí podemos mencionar de refilón a Mario Vázquez Raña y su monopolio de la Organización Editorial Mexicana (OEM), que claramente ha mostrado su postura electoral en las primeras planas de los periódicos que maneja, ejemplo de esto se puede observar en el Sol de México o en La Prensa, uno de los más vendidos.  La orden parece ser: no tocar a EPN ni con el pétalo de una nota informativa.

 

¿Qué falló al interior de las cúpulas partidistas que lograron despertar a miles de jóvenes universitarios críticos, sin intenciones de callar ante los pactos fácticos que se realizan en lo oscurito? 

¿Qué olvidaron los partidos políticos para estas elecciones, qué hicieron mal? La respuesta es simple, no hicieron nada que no hubiesen hecho antes. Así es, se dedicaron al viejo aparato propagandístico, el acarreo de simpatizantes por la torta y el refresco, la compra de votos y el uso de programas sociales con su beneficio correspondiente. Sin embargo, se olvidaron de los 12 millones de jóvenes insertados en las nuevas tecnologías, pensaron que el clásico y masivo spoteo de sus mensajes en los medios tradicionales bastaría para captar el voto joven y se equivocaron. 

Hace unos meses especialistas, y uno que otro periodista honroso de llevar el escudo tricolor en el pecho, expresaban su repudio al mundo de las redes sociales, creían que su impacto no significaría porcentaje alguno en la contienda electoral. Creyéndose Goliat, minimizaron a David. 

El recientemente llamado quinto poder (redes sociales), rebasó y por mucho los paradigmas del escenario político en México. Los universitarios no desean elegir al nuevo titular del ejecutivo, su objetivo es rechazar toda forma de vida que subsiste en los partidos políticos y por ende sus viejas usanzas. 

El primer golpe fue dirigido a Televisa y Peña Nieto, es cuestión de esperar (no mucho) para que se derriben otros mitos y engaños partidistas.