Hay que tener cuidado. Nosotros, como electores, debemos estar conscientes de que el hecho de las candidaturas independientes no significa que cualquiera está preparado para serlo. Y es que al parecer, en el país está comenzando una tendencia en la que se inicia una "candidatura" sin el menor plan ni conciencia de lo que significa tener el mayor cargo público. El que más responsabilidades conlleva, y sin duda sobre el que más presión hay.
Las últimas dos semanas, han surgido dos candidatos que aseguran que harán todo lo posible por llegar a Los Pinos en el 2018. El activista, escritor y ex petista Gerardo Fernández Noroña y el periodista Pedro Ferriz de Con. Ninguno, a mi parecer, cuenta con la experiencia ni el conocimiento necesario para ejercer el puesto. Las consecuencias de esto se pueden ver fácilmente: vean a nuestro actual mandatario.
No es posible que alguien que llame a la desobediencia civil (me refiero a Noroña) sea tomado en serio para ser el sucesor de Peña Nieto. Por más "pacífica" que esta medida sea, tendría gran impacto económico, algo que Noroña parece no tomar en cuenta. Lo mismo con sus ideas de izquierda -que son hasta enfermizas- que lo han llevado a criticar a diestra y siniestra sin fundamento alguno, involucrarse en vergonzosas peleas vía Twitter en las que termina bloqueando a sus seguidores, y viajando por todo el país para realizar protestas. No es que este no sea un ejercicio de admirarse, si no que para ser el Presidente de la República, uno debe tener más que un historial de enfrentamientos -no violentos- con policías y videos en donde crítica al "desgobierno" (como él lo llama). Su currículum simplemente no da para el puesto: ha sido diputado federal (plurinominal), vocero del PRD, y promotor de una serie de movimientos sociales que no han tenido mayores consecuencias.
Claramente, por su activismo, Noroña es un tipo de admirarse por su perseverancia. Como presidente, no le confiaría que sea el principal promotor de políticas públicas. Por su parte, Ferriz de Con no ha demostrado ser apto para el puesto de ninguna forma. Es una persona sumamente inteligente y un excelente periodista que puede hablar de muchos temas. Pero de la teoría a la práctica hay un trecho muy largo, mismo que el señor Ferriz deberá demostrar que sabe andar por medio de la práctica.
No cabe duda que buena carrera en los micrófonos le ha ganado seguidores y popularidad. Sin embargo, nada nos garantiza que cuente con los conocimientos necesarios para llevar las riendas de un país. Que nos haga cambiar de opinión en los siguientes 2 años y medio no es solo su meta, si no su responsabilidad. Sin experiencia en los cargos públicos, aunque conociéndolos perfectamente desde fuera, es un largo camino el que tiene que recorrer antes de pedir el voto y la confianza de los ciudadanos.
La vía de la candidatura independiente es un gran logro dentro de la legislación Mexicana. Pero hay que aplicarlo correctamente. No debemos dejarnos llevar por la emoción y votar por alguien sólo porque es independiente, sino que tenemos que esperar a que llegue un candidato que no sólo sea un atractor de reflectores, sino que con su trayectoria haya demostrado ser apto de tomar las riendas de un país como México. De lo contrario, en el terrible caso de que uno de ellos gane y sea un fracaso, los independientes habrán sido "quemados" para siempre y nos veremos en la necesidad de reconocer que esta medida le llegó muy temprano nuestro país.