Las campañas electorales suelen estar llenas de sorpresas, de noticias y de hechos curiosos. Uno de ellos es el apoyo de personajes públicos a alguno de los candidatos, porque, quiérase o no, contribuyen a calificar la campaña que respaldan porque le dan una dimensión social y mediática, dependiendo de resonancia que tiene la actividad que realiza quien declara públicamente su preferencia por un candidato o partido político. En teoría tal apoyo no debería significar más que un voto, pero no es así, porque dicho soporte actúa en el plano simbólico y convoca a grupos e individuos afines.

            Son los “spoke persons” de la propaganda política y su presencia actúa igual que en la publicidad. Del mismo modo que se espera el éxito de los productos cuando son anunciados por “celebridades”, se pretende incrementar el éxito electoral de los candidatos cuando personajes conocidos conminan a votar por determinada opción política.

            En la actual campaña electoral, se ha visto el apoyo que han dado a Andrés Manuel López Obrador personas del mundo universitario, periodístico e intelectual. Han hecho público su apoyo a AMLO el ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente, el fallecido escritor Carlos Monsiváis, las escritoras Elena Poniatowska y Guadalupe Loaeza, el cineasta Luis Mandoki, el empresario Arturo Romo, el pintor y escultor Vicente Rojo, el periodista Ricardo Rocha, el historiador Lorenzo Meyer y la medallista olímpica Ana Gabriela Guevara. Mención aparte merecen otros famosos del mundo del espectáculo como Susana Zabaleta, María Rojo, Demián y Bruno Bichir, Héctor Bonilla, Gael García Bernal, Jorge Arvizu “El Tata” y Carlos Millet, conocido por el personaje que dice “márquele” en los anuncios de conocida empresa telefónica.

            Sin duda el lugar que han alcanzado todos estos personajes en su ámbito de desempeño profesional debería asegurar una invitación exitosa al voto para la izquierda, y en especial, para “El Peje”, pero, excepto los actores y actrices, son conocidos en un ámbito reducido. Lamentablemente, todavía son legión los que no han oído hablar de Elenita y no digamos de Vicente Rojo. Mexicanos valiosos que son unos perfectos desconocidos para el gran público. La ventaja que le reportan estos apoyos a AMLO es que cuando se habla de ellos, no se escatima su valía y se repite a menudo que muchas personas destacadas del mundo académico, intelectual y periodístico están con él.

            El candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, tiene a su lado a una de las actrices más famosas de telenovelas: su esposa, Angélica Rivera. Su presencia en los actos de campaña del candidato, le favorece porque mucha gente acude a ver a “La Gaviota”. No es para nada despreciable el público del que se hace el priista gracias a ella, aunque ciertamente, Angélica Rivera ha mantenido un bajo perfil, sólo acompaña a su marido en los actos de campaña. Después de los episodios que nos recetó “la pareja presidencial” se agradece la sensatez de las esposas y esposos de los candidatos.

            En concordancia con el tipo de público que le provee la actriz al candidato del PRI, también están los conductores del programa matutino “Hoy” de Televisa, Andrea Legarreta y Raúl Araiza, quienes aparecen a cuadro en los spots del Partido Verde Ecologista de México. Hubo una serie de spots en los que opinaban sobre las iniciativas del PVEM para lograr penas mayores a secuestradores, vales para medicinas cuando en las instituciones del sector salud no hubiese medicamentos y el rechazo a pagar cuotas en las escuelas, anuncios que fueron muy difundidos en las salas de cine con los tres puntos en los que basó sus propuestas de campaña este partido. Los spots más recientes, con estos actores y conductores, hablan directamente del apoyo a Enrique Peña Nieto. Otra adhesión al priista que fue recogida por los medios, fue la de los abuelos de Javier “Chicharito” Hernández, pero como no fue el nieto, sólo se convirtió en una notita de color.

            No ha habido muchos famosos que hayan declarado su preferencia por Josefina Vázquez Mota. Cierto o no, se percibe que no hay figuras públicas destacadas que deseen expresar públicamente su apoyo a la candidata panista. Sólo lo han hecho la boxeadora Jacqueline Nava “La Princesa Azteca”, las actrices Laura Zapata y Erika Buenfil y, recientemente, en un spot del PAN, el actor Mario Almada, quien fue muy famoso en las décadas de los 70 y los 80, pero hoy sólo puede ser recordado por los adultos que sobrepasen los cuarenta años. El nonagenario actor, que se mantiene en muy buena forma, aparece a cuadro destacando las virtudes de la candidata y asegurando que México está preparado para tener una mujer presidenta. Resulta impredecible el éxito que pueda tener para el panismo esta elección.

            La importancia de los “famosos” es el nivel de credibilidad que alcancen entre el electorado. Cierto que la publicidad nos ha entrenado para creer casi cualquier cosa que diga una “celebridad”, sea que nos aconseje qué pasta dental utilizar, qué tinte para cabello, qué galletas consumir o qué lugares visitar, sin ponernos a reflexionar si es la persona indicada para hacer la recomendación.

            Ahora toca a los electores decidir si los “famosos” que los conminan a tomar una opción política tienen el conocimiento y la autoridad para aconsejar a los votantes cómo decidir su voto.

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Tacón bajo.- La región más transparente y sus alrededores echará de menos la inteligencia de un hombre que contribuyó a situar en el escenario internacional las letras mexicanas. Hasta siempre Carlos Fuentes.

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