Durante este proceso electoral hemos visto todo tipo de descalificaciones hacia los partidos políticos y candidatos, situación que no abona nada en lo absoluto al proceso electoral y al contrario, genera el ?hartazgo? ciudadano ante las campañas políticas.
Cómo han cambiado los tiempos, y tal parece que la principal estrategia hoy en día de los partidos políticos y candidatos es buscar ganar la elección, olvidando lo que en realidad debe hacerse en ella? ganar mediante propuesta. Escuchamos todo el tiempo sobre moches, corrupción y abusos de autoridad, sin saber que lo único que se está logrando es convencer a la ciudadanía de no acudir a las urnas en lugar de votar por un candidato con proyecto.
Charlotte Morrow decía: ?Si un partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse que sus adversarios le hagan culpable de la sequía? y si hago énfasis a esta frase es porque si bien sabemos, los partidos opositores jamás van a reconocer los logros de un gobierno considero tampoco es momento crear falacias y llenar de mentiras a los ciudadanos.
Las campañas en la actualidad deben convertirse en un juego de estrategias, que su éxito dependa de un verdadero planteamiento estratégico, disciplinado, ordenado y sistematizado que piense en el votante como una parte fundamental de la misma.
Es por eso que se vuelve de suma importancia que, tanto candidatos como sus equipos, comprendan que su correcto diseño depende de la identificación, desarrollo e implementación de algunos puntos que se vuelven claves para alcanzar el triunfo electoral. Dentro de esos puntos clave se debe desarrollar un adecuado proceso de investigación que permita a la campaña contar con distintos insumos y elementos para elaborar la estrategia, definir el posicionamiento del candidato, diseñar un concepto y un mensaje, contar con un buen equipo de campaña y elegir los medios más idóneos para poder enfrentar la misma.
En la actualidad los electores han cambiado no sólo en sus características sino en la forma de planear su decisión; hoy los ciudadanos tienen en sus manos el poder de decidir y votar por quien ellos decidan; los electores ya no votan por ideologías, sino por aquel candidato que mejor representa sus intereses. Si el candidato les cae bien seguramente votarán por él, es por eso que la forma en que los electores perciben a los candidatos tiene influencia directa en la estrategia y las distintas tácticas que se plantean durante la campaña.
Los ciudadanos esperan propuestas y no la denominada guerra sucia, en la cual se presentan ataques y descalificaciones entre los candidatos. Hoy en día se puede ganar una elección sin hacer trampa ni afectando al rival.
¿Cuál es el primer principio político? La educación. ¿Cuál es el segundo? La educación ¿Y el tercero? La educación.
Uno de los grandes valores que tenemos que recuperar los políticos es el de generar competencia sana, ganar porque eres el candidato con más trabajo, el más preparado y el que goza de mejor reputación ante la sociedad.
Recordemos que un político debe tener amor apasionado por su causa, ética de su responsabilidad y mesura en sus actuaciones.
Hagamos un llamado a los involucrados para llevar a cabo campañas de altura con propuestas y no basadas en la guerra sucia que en nada ayuda, de nada sirve generar desconfianza para que que los ciudadanos se alejen de las urnas el próximo 7 de junio.
Ricardo Chew López
Dirigente Nacional
Expresión Juvenil Revolucionaria
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