Mérida, Venezuela.- El plan nunca fue reunirme con ellos en Caracas, porque apenas tocan el Distrito Capital -mal llamado Distrito Federal como lo hicieron Padierna y Fernández Noroña a su regreso de su viaje por acá- la policía secreta de Maduro los persigue a todas partes.

Y sin salirnos del Aeropuerto “Maiquetía”, pasamos de un avión grande a uno mucho más pequeño, de los que vuelan de ahí al “Alberto Carnevalli” de Mérida, ciudad petrolera a los pies de la cordillera de los Andes, en el noroeste de Venezuela, 168 kilómetros al sur del Lago de Maracaibo.

Ellos operan desde la clandestinidad y si sus nombres se llegan a saber, los matan. Así me lo dijeron, con esas palabras.

Lo paradójico es que forman parte de una de las organizaciones consentidas de Hugo Chávez: El Cuerpo de Reserva para las Fuerzas Armadas Nacionales.

Dentro de ese grupo, hay uno de elite al que se le conoce como Batallones de Reserva. Su líder principal es un oficial que se retiró del ejército bolivariano con el rango de capitán y cuando lo vi por primera vez llevaba con orgullo la presilla de tres estrellas en la solapa de su elegante saco.

Les platico: Ellos son ahora civiles y todos, militares en retiro. No forman parte de los equipos del Juan Guaidó, aunque simpatizan con él, principalmente porque defendió a los valientes pemones, 750 de los cuales han sido asesinados por órdenes de Maduro, desde que se sublevaron a los mandatos del régimen chavista y proclamaron su independencia de Venezuela.

En el grupo elite de militares en reserva del cual les platico, hay por lo menos 20 ex militares de ascendencia pemona, nación indígena venezolana que hoy es objeto de la más encarnizada persecución por parte del gobierno de Maduro, y cuyos miembros están en fuga constante.

Muchos de ellos han emigrado a Brasil, desde donde siguen organizando la resistencia del pueblo venezolano.

Al defender su integridad territorial -algo mucho más tangible que la “soberanía” que tanto pregonan gobiernos como el de México- los pemones han sufrido un drama humanitario sin precedentes en América y en otras partes del mundo.

Tras la muerte de Chávez, los asesores cubanos que mueven los hilos de Maduro, ordenaron la más brutal represión contra lo pemones que en febrero del año pasado apoyaron la entrada humanitaria para los venezolanos, desde la frontera con Brasil.

La guardia personal de Maduro -compuesta mayormente por cubanos- dirigió la agresión con armas automáticas en contra de los pemones y el resultado fue la muerte de 750 de ellos, muchos de los cuales fueron perseguidos en su huida y masacrados a mansalva en sus casas.

Entre los muertos hubo hombres, mujeres, ancianos y niños y tristemente, la prensa mundial no divulgó esos hechos.

Pues bien, el capitán pemón de quien les hablo, me contactó desde su reducto en Pacaraima -ciudad brasileña frontera con la venezolana Santa Elena de Uairén- porque una de las estrategias de la resistencia en Venezuela es evitar que lo que ocurre en su país, suceda en otros de América.

Su plan es desarmar la intentona de Maduro de hacerse fuerte a través de los que el sucesor de Chávez llama “gobiernos amigos”, como Cuba, Nicaragua, antes Bolivia y -muy importante- México.

El capitán que fue mi anfitrión en tres reuniones que tuvimos en Mérida -la ciudad venezolana homónima de la yucateca- quiso conocer de primera mano lo que está ocurriendo en México con el gobierno de MALO y me dio en reciprocidad, información privilegiada respecto a una inusitada conexión que se está fraguando entre los gobiernos de los dos países.

Para efectos de un uso posterior en mis investigaciones, me entregó los nombres, localizaciones y santo y seña de sus actividades en México, de un grupo de asesores cubanos que, sirviendo a Maduro, están en nuestro país desde hace 7 meses.

Se trata de información clasificada de los servicios de inteligencia venezolanos, filtrada al grupo de militares en reserva bolivarianos por agentes que sirven a altos rangos del gobierno chavista, que no soportan que los cubanos se hayan adueñado del ejército y de la economía de Venezuela, haciendo cada vez más pobres a los venezolanos y además haciéndolos objeto de brutales represiones.

La injerencia de los cubanos en México no se ha manifestado en el gobierno de MALO, porque como primer paso están tejiendo una sorprendente red de conexiones que no tiene nada que ver con el Palacio Nacional.

Esto se contrapone a lo que empresarios y organizaciones civiles creen respecto a que los “asesores” cubanos están operando dentro de las estructuras de la 4T.

En un primer paso, todavía no. El jale de los discípulos de Fidel apunta hoy a una infiltración sin adoctrinamiento en los siguientes objetivos:

1.- Universidades públicas: UNAM, UANL, UdeG, Chapingo, Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”, Instituto Politécnico Nacional y Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

2.- Sindicatos de maestros: Solo la CNTE.

3.- Organizaciones del campo: Antorcha Campesina, ONAPAFFA, Comisariados Ejidales del Estado de México, Guanajuato y Michoacán.

4.- Organizaciones populares, como los grupos del comercio informal y -oh, sorpresa- entidades feministas y LGBT. La CNOP fue excluida de sus afanes en éste rubro, debido a que los cubanos descubrieron que es una nulidad al servicio del PRI y éste al de Morena.

El plan es controlar la vida de esos organismos para presionar luego con ellos al gobierno en un viraje descarado hacia el socialismo, que busca estandarizar la pobreza como una munición al servicio del Estado.

Eso mismo ocurre en Venezuela, lo cual acrecienta cada vez más el poder de los cubanos moviendo los hilos del gobierno de Maduro. Tal cual quieren hacer con México.

La resistencia venezolana en la clandestinidad busca -al darme esta información- desenmascarar a quienes están detrás de algunos de los más recientes movimientos huelguísticos, escándalos de manejos financieros, paros, toma de vías del ferrocarril, bloqueo de carreteras, casetas de peaje, manifestaciones y marchas agresivas.

Mi fuente de información dice que entre los cubanos hay un ala dura que se proponía infiltrar también a las bandas criminales mejor organizadas de México, para presionar aún más al gobierno.

Este 5º objetivo fue desechado de momento, a la espera de ver el resultado que obtienen con los otros cuatro.

Entonces, en Venezuela existe una creciente resistencia que opera en la clandestinidad, y que busca evitar que gobiernos como el de México apoyen a Maduro en sus intenciones de perpetuarse en el poder.

 

CAJÓN DE SASTRE

“El caldo de cultivo para que estos planes se den es la corrupción que sigue sin ser castigada por la 4T. Por ejemplo, ayer que escribiste sobre Felipe Enríquez Hernández, te faltó decir que el muy descarado trae un Mercedes Benz S-600 blindado que cuesta más de un millón de pesos, cuando hace menos de 10 años se movía en camión urbano.

Tampoco publicaste que se adueñó de miles de hectáreas cuando estuvo en la Reforma Agraria y además se robó cientos de millones de pesos de las campañas de gobernadores donde fue coordinador”, dice la irreverente y bien informada de mi Gaby.

PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “SIP, Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Desarrolló la primera plataforma BigData de México, para procesar y analizar altísimos volúmenes de datos en segundos. Miembro de los Consejos de Administración de varias corporaciones transnacionales. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países, que es utilizada para tomar decisiones y convertirla en inteligencia. Escribe diariamente su columna “IRREVERENTE” para prensa y TV en más de 50 medios nacionales y extranjeros. Maestro en el Tecnológico de Monterrey, la U-ERRE y universidades de Estados Unidos. Como montañista, ha conquistado las cumbres más altas de América.