La supuesta “persecución” de la PGR en contra del candidato Ricardo Anaya, está pasando de ser un acto de persecución a un simple cuento. El mediocre desempeño del PRI y PAN con sus candidatos presidenciales lleva a suponer que busquen una estrategia de posicionar a alguno de ellos. Dos candidatos corruptos no ayudan mucho en competirle a López Obrador en la contienda electoral. Necesitan inventarse algo nuevo, o en su caso purificar a alguno de los candidatos prianistas.
Vayamos un poco atrás. Recuerdo la campaña negativa en 2006 en contra de López Obrador. El tabasqueño era perseguido desde que era Jefe de Gobierno capitalino, ya en campaña le inventaban hasta lo que no. Recordemos el escándalo de su chofer, supuestamente ganaba cerca de 60 mil pesos mensuales, pero argumentaban que era jefe de logística. También estuvieron los temas de las ligas de René Bejarano y del entonces Secretario de Finanzas del DF. Escándalos tras escándalos, pero ninguno involucraba de manera directa a López Obrador. El tabasqueño se fue limpio, por llamarlo de alguna manera.
Mi punto es que al no encontrarle nada a López Obrador en aquellos años ―y siguen sin encontrarle nada―, el tabasqueño se fortaleció en la campaña electoral. Es decir, pudo haberle pegado, pero no significativamente, digamos que se hizo una especie de mártir. Para la fanaticada del peje, él es una especie de mártir. Para muchos otros, el tabasqueño es una figura limpia en tema de corrupción.
Hoy la persecución de Ricardo Anaya está pasando de ser “venganza” política, a ser una especie de alguna serie aburrida de televisión. Todos los medios de comunicación oficiales están en sintonía, eso ya huele raro. Anaya está comenzando a tener rasgos de víctima y no de culpable. Sabemos que las instituciones en este sexenio se fueron al demonio―y no fue el peje quien las mandó a tal lugar―, por eso pueden hacer las tonterías que quieran. El gobierno de Peña se puede enlodar en lo más hondo, no tienen nada que perder.
También recordemos que Diego Fernández de Cevallos asistió al cumpleaños del candidato priista la semana pasada. Enlodar de supuesta corrupción a Ricardo Anaya solo se cura diciendo que era inocente. Necesitan un mártir, una estrategia de “purificación” para poder competirle a López Obrador y Morena. Las campañas de Venezuela y Rusia no están logrando asustar lo suficiente a la gente como en las campañas pasadas. Necesitan un mártir para que compita contra otro mártir.
Ya comienzan los medios a comparar la persecución de Anaya con la de López Obrador en 2006. La nueva telenovela además de aburrida se vuelve sospechosa. Desde luego no hay comparación entre el escándalo de Anaya y los casos de Emilio Lozoya o algún ex gobernador priista. La PGR se está dejando ver demasiado obvia en la supuesta persecución, cuando hay casos peores que deberían atender. Los medios ya empiezan a “apapachar” la victimización de Ricardo Anaya.
Este fin de semana pasado, López Obrador mencionó que Ricardo Anaya se ha estado entrevistando en lo “oscurito” con el presidente Peña Nieto. Tal vez por esa razón, Anaya ya tutea al presidente Peña Nieto, le pide que saque las manos de la elección. También menciona que si llega a ser presidente no habrá intocables. ¿Suben de tono el pleito o es la fase del nuevo show?
Si la PGR quisiera, ya hubiese detenido a los supuestos cómplices o al mismo Ricardo Anaya, en caso de que fuesen culpables. También podrían estar sacando otro escándalo de mayor dimensión de algún personaje cercano del Frente. Pero da la impresión de que ya se están echando para atrás. Da la impresión de que entonces López Obrador tiene razón.
Probablemente estaremos viendo un posible reencuentro del PRIAN. Bueno, a su modo, ya sabemos que hoy negocian con fuertes escándalos. No hay que olvidar que Ricardo Anaya apoyó a las Reformas estructurales del PRI. El ahora candidato panista aplaudía las reformas priistas de este sexenio.
Eso de que de pronto le dio a la PGR por trabajar y detenerse, nadie se los cree. Indignarse por triangulación de recursos, pero hacerse de la vista gorda con temas de Sedesol, Sedatu y muchos Estados gobernados por el PRI, hace inverosímil su caso. Esperemos que tampoco haya sido un ensayo para joder a López Obrador de nuevo. Pero el teatro sospechoso ya está hecho para impulsar a un débil Frente.
Twitter: @Hugo_Canelo