México es un país turbio en el que periodistas, activistas o personas comunes que investigan algo, corren el riesgo de encontrar la muerte antes que la verdad.

Esta marcha no solo es una respuesta a la barbarie que ha caído encima de Javier Valdez y cientos de colegas asesinados, desaparecidos, torturados, desterrados y acosados en los años recientes en México por funcionarios y criminales. La violencia contra los periodistas representa un agravio a toda la sociedad. Provoca más injusticias en un país desbordado de impunidad, arroja en un silencio aún más abismal a pueblos y ciudades controlados por la mafia y rompe la libertad de expresión que supuestamente tenemos todos los mexicanos. 

La marcha convocada es para defender el derecho a que existan voces independientes y críticas, que hagan frente al horror, que enaltezcan la humanidad.