En la pandemia he escuchado de todo en relación con formas de contagio, sistemas de contención, pruebas, avances en vacunas, síntomas y posibles remedios caseros. Ha habido de todo, desde cosas muy simpáticas hasta verdaderas aberraciones, el punto es que al estar en contacto permanente durante estos meses, pues vas normando criterio y entendiendo un poco de cómo es y cómo funciona.

Por eso me extrañan sobremanera algunas reacciones de reporteros y periodistas en relación con el brote que se dio en la fuente de Gobierno del Estado y del que han resultado contagiadas seis personas hasta el momento, por fortuna todos asintomáticos y atendiéndose en aislamiento en sus hogares.

Algunas de esas reacciones dejan ver que quienes las publican no tienen ni idea del mal y su dinámica, a pesar de que han escuchado una y mil explicaciones y que al informar a la comunidad deben ser de los más informados de todos.

Para aclararlo pronto: el hecho de que una persona haya sido diagnosticada primero que el resto, no significa necesariamente que fue la que inició el contagio entre los compañeros. Puede que uno de ellos lo obtuvo antes y lo transmitió a los demás, pero la diferencia es que a esa primer diagnosticada se lo detectaron antes por una mera circunstancia familiar, no porque presentase síntomas.

Me asombra que después de todo este tiempo todavía existan personas que no terminen de comprender el objetivo del aislamiento social, que no es otro que el evitar el colapsar el sistema de salud. Por sus características es casi inevitable que en algún momento todos nos contagiemos, pero lo que se busca es que tengamos como sociedad la capacidad de ser atendidos con los mejores equipos e instalaciones y no llegar a extremos como en España en los que había pacientes en pasillos y suelos a los que no había la posibilidad de conectarles a un respirador.

No es, entiéndanlo ya por favor, un asunto de descuido o falta de higiene, simplemente por alguna circunstancia en el lugar menos pensado te toca, así que dejen ya de joder con la pelota, como diría Serrat.

Los periodistas no son especiales, están en la línea de fuego frente al virus, como lo están también los médicos y enfermeras especialmente, pero además los choferes de unidades del transporte, los cajeros de supermercado, los policías y rescatistas, los que se están reintegrando a la construcción y otras labores, todos estamos en medio del riesgo y así te cuides y permanezcas en cuarentena, eres susceptible de un contagio por algún agente externo que llega a tu hogar.

A los compañeros que hoy lidian con la enfermedad mi solidaridad. A los que a pesar de todo siguen sin entender las cosas, mi pena porque ya deberían saber de qué va todo esto.

ftijerin@rtvnews.com