“Al bien hacer jamás le falta premio” 

Miguel de Cervantes

Pareciera poca cosa, pero el premio de la UNESCO para la Ciudad del Aprendizaje otorgado hace unos días al Municipio de Santiago, Nuevo León, tiene una especial relevancia por el impacto y beneficios que estas acciones llevan a miles de ciudadanos de ese lugar.

Se trata de un reconocimiento a los progresos realizados por las ciudades en la promoción de la educación inclusiva y el aprendizaje en lugares en los que se movilizan sus recursos de un modo efectivo en todos los sectores para promover el aprendizaje desde la educación básica a la superior; revitalizando el aprendizaje en las familias y comunidades; facilitando el aprendizaje para y en el lugar de trabajo; extendiendo el uso de las tecnologías modernas de aprendizaje; mejorando la calidad y la excelencia en el aprendizaje y fomentando una cultura de aprendizaje a lo largo de toda la vida.

En el caso de Santiago su alcalde, Javier Caballero, desde el anterior trienio se marcó como objetivo el cambiar la visión del Municipio desde la perspectiva de brindar un mejor futuro a sus habitantes a través de la enseñanza y la capacitación, abriendo nuevos campos de posibilidades para no solo centrarse en el turismo y las actividades del campo.

Así, los ciudadanos tienen acceso a una gran variedad de clases gratuitas, entre las que se incluyen cursos de robótica para niños y formación contra el acoso escolar.

Además de cumplir con los propósitos de la UNESCO, el Municipio de Santiago también ha elaborado un marco de indicadores que permiten hacer un seguimiento y una evaluación de su progreso hacia el desarrollo de una ciudad del aprendizaje.

De esta forma los santiaguenses tienen ahora nuevas opciones de futuro y en muchos casos se capacitan para ser mejores en sus empleos, aprenden, desarrollan técnicas, se introducen en nuevas herramientas y todo de manera gratuita.

Pareciera poca cosa, pero en realidad y de verdad le están cambiando la vida a muchas personas y eso es digno de elogio.