López Obrador con un simple tweet es noticia. Este lunes 5 de febrero, el aspirante de Morena dedicó un mensaje por Twitter a Jesús Silva-Herzog Márquez. Criticando los cuestionamientos del columnista en su artículo del periódico Reforma. Silva-Herzog Márquez respondió al tabasqueño argumentando que la discrepancia no es inmoralidad. Por su parte, el historiador Enrique Krauze, dedicó un tweet sobre el tema: “El mesianismo condena. El liberalismo debate”. Horas después responde el peje con otro tweet a Enrique Krauze, lo calificó como conservador simulado, con apariencia de liberal. Krauze lo invitó a debatir.
En fin. Las palabrerías sobre este caso en Twitter no se hicieron esperar. La red social se encendió, todos opinando sobre el tema. Personajes de ambos bandos haciendo su labor, John Ackerman, Leo Zuckermann, Fernández Noroña, Pascal Beltrán del Río, etc. Críticas, ataques, apoyos, de todo en Twitter sobre el tema de López Obrador.
¿Se le “chispoteó” al tabasqueño, fue intencional o andaba de malas? ¿Qué pretende López Obrador con estos mensajes?
Pues solo él sabrá la verdadera intención. Me causa curiosidad cómo día y noche le atacan periodistas como Ricardo Alemán, Pablo Hiriart, José Cárdenas, entre otros. Pero no contesta, al menos recientemente. Los ataques van desde simples críticas a insultos como en los casos del señor Alemán. Y qué decir de sus contrincantes del PRI, PAN y compañía. Me parece que solo estaba jugando con su Twitter el tabasqueño.
También da la impresión de que agarraron de malas a López Obrador, o solamente está alborotando las redes sociales intencionalmente. ¿Por qué no defenderse de los ejemplos que ya mencioné? Simple, hay niveles con quienes enojarse. Pero también está el hecho de busca generar algo. La versión de que López Obrador es su peor enemigo queda más que claro. Pero sería una pena que el tabasqueño siga sin aprender esta lección.
Que López Obrador responde cuestionamientos, no es nuevo. Que el tabasqueño es fuerte en sus respuestas, tampoco es nuevo. Que la prensa califica de intolerancia su manera de responder, tampoco es nuevo. Me da la impresión de que López Obrador sabe de antemano todo esto.
De momento, el sector intelectual está opinando en el tema. Un segmento muy crítico, complicado y difícil, sobre todo en política. Responder a Silva-Herzog Márquez y Krauze en la manera en cómo lo hizo, tal vez no fue tan buena idea. Si es que estaba molesto López Obrador. Pero si responderles de esa manera era para alborotar las redes, lo consiguió.
Dudo que el tabasqueño mordió el anzuelo, como menciona Silva-Herzog Márquez en su columna. La virtud de burlarse de las trampas de sus adversarios ha sido una característica en esta precampaña. Por eso dudo que la respuesta del tabasqueño haya sido involuntaria.
A estas alturas y después de dos elecciones, me parece complicado que López Obrador tropiece de nuevo como en el pasado. Los medios de comunicación que están en su contra contarán la misma historia de siempre, que es intolerante a la crítica. Sus críticos dirán lo mismo de siempre, que él es su peor enemigo. Sin embargo, a todos ellos los dejó hablando sobre el tema.
Pero lo que nadie puede negar, es que el tabasqueño generó todo tipo de comentarios por un “chispoteo”, enojo o juego. Habrá que estar atentos de en qué se convertirá este escenario de López Obrador. Hay que recordar que son las “precampañas”, los ensayos servirán para las campañas en forma. El impacto de este chiste servirá para la contienda presidencial.
Twitter: @Hugo_Canelo