“Familia muégano” es aquella cuyos integrantes no podrían necesariamente tener el mismo origen, pero están juntos, convocados por alguien de sus integrantes; abuelos, abuelas, madres, padres, tíos o tías. Mientras estén unidos por ese Ente, todos serán uno mismo. Pero son también muy endebles, porque cuando ese punto de encuentro está ausente, alejado u ocupado en otros asuntos, las piezas del muégano comienzan a desintegrarse, a caerse por bloques o uno por uno.

El Partido Morena, heredero del viejo PRD, que a su vez fue heredero del sectarismo de la izquierda socialista y comunista, así como del PRI revolucionario, es una familia muégano, donde no hay tribus, pero sí hay corrientes de pensamiento muy distintas y hasta contrarias entre sí; incluso, enemigos históricos que, por obra y gracia del Poder, hoy comparten militancia y destino inmediato.

Para nadie sería un secreto ni una sorpresa que ese muégano llamado Morena comenzara a fracturarse y a divorciarse, pues es el destino natural de toda organización que más que partido político es un frente de organizaciones, grupúsculos e intereses sociales y económicos muy particulares, el cual, paradójicamente, ganó todos los espacios de poder público y estarían por ampliarlo aún más con dos o tres victorias adicionales.

Lo sorprendente es la rapidez con que está ocurriendo y que, dado el entusiasmo de la victoria de julio pasado y la restauración de la concentración de poder del Presidente de la República, pocos han detectado y señalado desde el primer día. ¿Cuáles son?

Un primer momento fue en la elección del gabinete, donde los grupos de mayor peso y cercanía al candidato triunfante, buscaron incidir para colocar y colocarse con la mejor vista al 2024. Desde entonces, y no hablamos de más de cuatro meses, se han venido ventilando varias desavenencias por el futurismo tempranero, como las siguientes, reflejadas en golpeteos, trascendidos, rumores, siembra de discordias y hasta de renuncias entre Morenistas puros, Morenistas arribistas, aliados de Morena (PT y PES), entre otros:

·         Marcelo Ebrard y Tatiana Clouthier

·         Tatiana y Alfonso Durazo

·         Durazo y las ONG’s antimilitaristas

·         Irma Eréndira Sandoval y Durazo

·         Irma Eréndira y Olga Sánchez

·         Tatiana y la esposa del Presidente

·         La esposa del presidente y el Canciller

·         Ricardo Monreal y Martí Batres

·         Monreal/Ebrard y Yeidckol Polevnsky /Batres

·         Olga Sánchez y Zoé Robledo

·         Todas las corrientes y Olga Sánchez

·         Jesús Ramírez y Ebrard

·         Jenaro Villamil y Fernando Coca

·         Ramírez Cuevas/Villamil y Coca/Mandoki

·         Epigmenio Ibarra y Ramírez Cuevas

·         Cuauhtémoc Blanco y Yeidckol Polevnsky

·         Carlos Urzúa y Staff presidencial

·         Gerardo Esquivel y staff presidencial

·         Gerardo Esquivel y Martí Batres

·         Alfonso Romo y Javier Jiménez Espriú

·         Rocío Nahle y Octavio Romero

·         Nahle y Cuitláhuac García

·         Jaime Martínez Veloz y Jaime Bonilla

·         Félix Salgado Macedonio y Pablo Amílcar Sandoval

·         Pablo Amílcar y Adela Román

·         Bertha Luján/Luisa María Alcalde y staff presidencial

·         Alejandro Armenta y Miguel Barbosa

·         Lily Téllez y Malú Micher

… Más los que se sumen a lista y que quizá se nos hayan escapado por falta de memoria. Lo bueno es que al actual sexenio le quedan cinco años y ocho largos meses para concluir y reconciliarse.