Cuando no hay indicadores no hay resultados, ¿cómo saber si es bueno o malo si no hay indicadores? ¿Cómo habrá indicadores si no hay evaluaciones? ¿Cómo sabes si mejoras, si no sabes en dónde estás? El presidente podrá ser el más popular, el más querido, pero los indicadores dicen que el Producto Interno Bruto va en caída y hasta el momento no hay una sola decisión que motive la inversión, si no hay inversión, no se genera economía, si no se genera economía pues no alcanza. Pues así el asunto de la educación, si no hay evaluaciones no se sabe si los maestros están actualizados, si los maestros no están actualizados la educación se estanca.

Toda la vida no me gustó la escuela, pero ahora me gusta la historia, la historia es de las materias más interesantes pero aburridas, no siempre llevé historia pero siempre fue para mí aburrida la escuela, quise analizar por qué fue aburrida la escuela para mí pero ahora me gusta la historia; pero mis hijos, estudian y hacen sus tareas, hace años que no tengo reporte de que faltaron en su tarea, pero yo no les pido que la hagan, mi hija fue primer lugar en su grado y participó en las extintas olimpiadas del conocimiento en el estado, mi hijo fue el único que pasó la materia de química de su grupo, los demás pasaron con otro filtro, primer intersemestral, segundo intersemestral y extraordinario , él fue el único que pasó en la primera “ronda”, también los analicé.

La escuela es aburrida porque no es entretenida, pero conocer la historia es entretenido, pero estudio historia porque me llama la atención, pero en la escuela la detestaba, me llama la atención porque conocí que hay muchas imprecisiones y muchos datos desconocidos que son más importantes que las fechas y los lugares, entonces es necesario hacer interesante la escuela y debe dejar de ser aburrida.

Por instinto idealista a mis hijos desde el kínder les di las instrucciones precisas, de ir al baño solos, que nadie los podía tocar en sus partes, que no se confiara de las personas mayores, pero tres reglas básicas, primero que van a la escuela a conocer amigos, a jugar con ellos, segundo a respetar a sus maestros y reconocer la autoridad, que sus maestros son sus maestros nunca sus amigos, tercero, van a aprender y para aprender es necesario estudiar, si sacan diez es que aprendieron y si sacan cinco es que les faltó aprender de lo que tenían que haber aprendido, pero lo importante de la escuela no es sacar dieces y nueves, lo importante es aprender.

En alguna ocasión reportaron a mi hija de que no hacía tareas, se justificó diciendo que no le había dado tiempo, ternura tenía 8 años, hicimos un análisis de su tiempo y terminamos concluyendo que no había hecho la tarea porque no se le había dado la gana, fue tanta su vergüenza que en cinco años no ha fallado con las tareas. Otro día salió llorando por que le habían puesto 25 de 30 y le reclamó al maestro y el maestro modificó a 28 de 30, le respondí que había fallado en las tres razones de ir a la escuela, que por chillar no había respetado a sus amigos porque el maestro atendió sus berrinches y no atendió a los demás alumnos, que no había respetado la decisión del maestro, y le pregunté que si había aprendido, me dijo que sí, le dije que entonces qué importaba la calificación que le pusieran, me dijo que no volvería a presionarse por una calificación, al siguiente mes promedió 9.8.

Mi hijo me dijo que no le entendía a la maestra, que los resultados de sus ejercicios eran correctos pero que la maestra le decía que estaban mal, que en clase tuvieron el clásico si, no, si, no, entre un maestro y un alumno, lo observé y se veía frustrado, le dije es sencillo y ya sabes cuál es el camino, ve a ver a tu maestra a su oficina y pídele una asesoría porque no habías entendido esos ejercicios, me respondió, no, es que esa maestra nos va a reprobar a todos, siempre lo hace, le comenté, bueno seguramente reprueba a todos los que no saben.

Si tú le pides la asesoría van a suceder una de dos cosas, una te va a mandar a volar y que te esperes a la siguiente clase, o te va a explicar; pero de las dos cosas, la maestra notará que tienes interés de aprender, eso motiva a los maestros, entonces verá en ti una buena actitud. La maestra le respondió después de darle la asesoría, “en treinta años que llevo dando clase, nunca ningún alumno me había pedido una asesoría”

Estoy convencido de que no hay malos maestros, no hay malas escuelas, creo que debe de haber buenos alumnos, para lograr eso es muy importante la intervención de los papás, pero si al alumno no le interesa y a los papás menos, muy probablemente menos les interesará a los maestros y mucho menos a la escuela, pero si a los papás les interesa provocarán el interés en el alumno y se verá el efecto con los maestros y la escuela

Un buen alumno necesita del apoyo de los papás, del maestro o de la escuela, si no tiene ese apoyo, el sabrá buscarlo, un mal alumno se justificará y endosará las culpas en los papás, en la escuela o en los maestros.

Don Julio, hablemos de política

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