La captura de un degenerado, a quien se acusa de pornografía infantil, en el municipio de Linares, Nuevo León, demostró claramente que cuando las autoridades se aplican y cooperan, las cosas funcionan para la causa de la señora Justicia.

La Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Nuevo León, que encabeza Gustavo Adolfo Guerrero, demostró que la cooperación con agencias nacionales e internacionales rinde buenos frutos.

La nefasta actividad en redes del acusado, Pedro “N”, de 59 años de edad, fue detectada por los gigantes trasnacionales de Internet Google y Facebook.

El degenerado se dedicaba no solamente a consumir pornografía de niños de entre 3 y 14 años de edad, sino que además la compartía y por eso se dio parte a las autoridades cibernéticas norteamericanas.

La policía gringa dio parte a la Coordinación de Delitos Electrónicos de la División Científica de la Policía Federal mexicana y tras certificar la información, se informó a la Unidad de Investigación Especializada en Delitos en Materia de Trata de Personas de la FGJ de Nuevo León.

Lo demás fue casi una acción de rutina: elementos estatales se trasladaron a Linares, ubicaron al presunto delincuente, lo detuvieron y pusieron a buen recaudo en uno de los penales de Nuevo León.

El operativo se hizo sin mucha alharaca y la FGJ informó de la captura ya cuando el detenido se encontraba a la sombra.

No lo digo yo, lo dice la experiencia: la policía investigadora no debe de ser secreta, sino discreta.

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