Resulta que el pasado fin de semana, en una serie de operativos policiacos y militares, se logró la aprehensión de presuntos cabecillas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Entre las personas que fueron detenidas, sobresale la esposa de Nemesio Oseguera, alias El Mencho, a quien las autoridades consideran el líder del CJNG. Además del arresto de la pareja del hombre más buscado en México, el gobierno de Peña Nieto anunció, entre otras cosas, la captura (este miércoles fue liberado) de Juan José Farías, mejor conocido como “El Abuelo”, personaje que comanda las autodefensas de Tepalcatepec, Michoacán, y del que la PGR supone es un elemento importante dentro de la estructura del Cártel Jalisciense. A lo anterior hay que sumarle que, en la Ciudad de México, se confiscó un importante cargamento de cocaína que, en palabras del secretario de gobernación, pertenecía al CJNG.

Pues bien, reconociendo que en eso de las teorías de la conspiración soy bastante escéptico, también debo aceptar que en México, todo, absolutamente todo, es posible. Y es que el hecho de que después de casi 6 años, en pleno periodo electoral, Peña Nieto haya decidido ir con todo el aparato de seguridad en contra de la organización delictiva más poderosa del país, no deja de provocar suspicacias.

¿Qué ha impulsado al presidente a (por fin) tocar los intereses del grupo criminal más fuerte y violento de su sexenio? Tengo 3 hipótesis:

1.           Atrapar al Mencho sería la única medalla que Enrique Peña presumiría de su paso por Los Pinos. El priista dejará la presidencia con un país devastado por la violencia, la pobreza, la impunidad y la corrupción, además de que su sueño de cerrar la renegociación del TLCAN se ha ido desvaneciendo. Es decir, la cabeza del capo de capos le daría algo que poner en su currículo.

2.           La caída del líder del CJNG podría ser utilizada para promover la candidatura de Meade. Ante la fallida campaña del ex secretario de hacienda, cualquier golpe mediático sumaría para que la inminente derrota sea menos humillante.

3.           Con el poder que ha demostrado tener el CJNG (recordemos que han sido capaces de derribar un helicóptero del ejército y poner a Guadalajara de cabeza), la reacción ante la ofensiva en su contra puede ser sumamente agresiva. El incremento de la violencia (sí, sí puede haber aún más) a un mes de que se lleven a cabo las elecciones, pudiera ser aprovechada para ensuciar el proceso. A río revuelto, ganancia de pescadores.

La persecución y desarticulación de las estructuras criminales deben ser permanentes; no selectiva, ni por coyunturas y mucho menos por contentillo. Resulta muy extraño que al cártel que más creció, que más dinero ha acumulado, que más territorio ha abarcado durante el gobierno Peñista, apenas hoy se le ataque de manera seria.

Piensa mal y acertarás.