El debate del día de ayer tuvo en realidad poco contenido, mucha grilla, un formato nefasto, mal preparado y que hizo poco mas que demostrar la nula experiencia del IFE en la materia.
Los primeros minutos del mismo vimos a Vazquez Mota y Peña Nieto apegarse a lo que sus asesores les instruyeron: Lee tu guión y no te despegues de él. Muchos habrán sido los que se aburrieron hasta la somnolencia escuchando ese "Por eso yo propongo". Parece haber hasta en nuestros medios una confusión de lo que un debate debe contener.
Propuestas, dicen unos. Error. El tiempo para las propuestas es el que se les otorga en demasía en Televisión, Radio y Medios Electrónicos. Por eso me sorprende que Quadri salga como supuesto ganador cuando se dedico a leer el guión con el que llegó. A un debate no se va a hacer propuestas, se va a defender las propias y atacar las ajenas, no meramente explicarlas.
La percepción positiva con la que Quadri dice más de nosotros como público, que de él como candidato. No estamos acostumbrados a un buen debate, no lo conocemos, y por lo tanto no lo exigimos. Y ahí es donde nos falló el IFE a los mexicanos. Era su obligacion proveer ese debate, si va a obligar a ser el moderador del mismo.
Como moderador del debate, era su obligación redirigirlo según fuera necesario, no limitarse a sacar papelitos al azar (que cosa mas ridícula, no tenemos 5 años). Eso, sumado a tiempos extremadamente limitados, por que claro, no le vayan a quitar tiempo a la valiosa programación nocturna de nuestras televisoras, hizo del debate un show mas que un verdadero debate, y un mal show.
Peor aún es que los limiten a sólo dos y a prácticamente a nada de que sean las elecciones. Los que sigan los procesos electorales en el extranjero, quizás hayan visto los debates entre Sarkozy y Hollande, Romney y los precandidatos republicanos, Hillary Clinton y Obama, etc. Notaran que estan debidamente moderados, que son muchos más, más largos y en la mayoría de los países, uno por televisora. El IFE considera al debate tan nocivo y peligroso que no solo lo limita sino que lo sabotea imponiendose como único lugar donde se puede debatir, aún y cuando no está ni remotamente capacitado para sostenerlos.
Los ataques entre candidatos son de esperarse, mientras se puedan hilar a posiciones de campaña, y no que se vuelvan el centro del debate. Nuevamente, el IFE fracasó en moderar a los candidatos, limitandose a cortarles el tiempo, cortar tomas, etc. Eso no es moderar, es censurar.
Creo que pocos van a poder argumentar que lo que presenciamos este domingo no es el debate que tanto se pedía y esperaba, sino un fraude mediático.