Nada más entre los meses de enero y septiembre de este año 2019, han sido asesinadas en México 2 mil 833 mujeres, esto de acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Laura Karen Espíndola, quien fingió estar secuestrada mientras agarraba la parranda por 10 horas en un bar de la zona de Coapa de la Ciudad de México, seguramente incurrió en una conducta delictuosa, pero también deshonró a las víctimas contables del delito se secuestro y feminicidio.

La joven dijo que estuvo secuestrada, en una llamada telefónica que tuvo con su madre alrededor de las 20:58 horas, cuando le comentó que iba en un taxi, pero el chofer de la unidad parecía “sospechoso y grosero”.

A partir de ahí se desató el infierno, primero para la familia y luego para los allegados y finalmente para autoridades y sociedad, quienes movieron cielo mar y tierra para ubicar a Laura Karen, quien, de acuerdo a un video, se la pasó de las 16:00 horas del martes 3 hasta las 2:00 horas del miércoles en el bar Kalimocho, sito en la avenida Prolongación División del Norte 4541, de la colonia ExHacienda de Tlalpan.

La joven estuvo acompañada por un hombre, con quien bailó reguetón…

En la seriedad del tema, datos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), revelan que solo el 25.6% de los asesinatos de mujeres son investigados como feminicidios, mientras que el resto de los crímenes son tratados como homicidios dolosos.

Estos son los datos de crímenes contra mujeres que sabemos. ¿Y los que desconocemos? ¿Cuántas mujeres y niñas están secuestradas en este momento que usted lee estas líneas?

El problema grave es que por conductas como la de Laura Karen, ante sus mentiras, las alertas ante estas problemáticas pueden relajarse.

Y todo porque Laura Karen gritó a destiempo que ahí venía el lobo…

O más bien, no estaba secuestrada, andaba de parranda.

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