A lo mejor las medidas que se tomaron en el año 2009 ante la pandemia por la llamada “Gripe Porcina” o H1N1, que paralizaron al país y que sumió a México en un toque de queda, amable, pero toque de queda al fin, fueron exageradas.

Pero en el recuento de los daños la verdad es que no pasó nada. La sangre no llegó al río y en pocos días volvimos a la normalidad.

Once años después, frente a una nueva y aparentemente más agresiva epidemia, la del COVID-19 o coronavirus, parece que la autoridad está papeando moscas y no se ven en serio las medidas sanitarias.

Al menos no las de la federación, porque he visto que al menos Nuevo León y Tamaulipas tienen trabajando a todo lo que da una campaña de prevención.

¿O será que la autoridad federal “tiene otros datos”?

¿O será que están atenidos a las condiciones del clima?

Esta mañana el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y un funcionario de la secretaría de salud de Sinaloa, señalaron que el contagio de otros tipos de coronavirus han mostrado ser menos frecuentes en estaciones de calor y zonas con altas temperaturas.

O sea que están esperando que nos llegue “la calor”, como dicen en el rancho. Pero les tengo noticias, al menos acá en Nuevo León y Tamaulipas el frío no se acaba hasta que se acaba, lo cual puede ocurrir hasta después de Semana Santa.

Ojalá y que nuestros funcionarios realmente se tomen en serio esta amenaza mundial y no estén jugando a la ruleta rusa con el clima de por medio.

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