A cinco meses de administración, Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco lleva a cuestas la muerte de al menos 70 mujeres asesinadas en la primera quincena de abril. El feminicidio de Vanesa Gaytán Ochoa, perpetrado el jueves pasado a las puertas de su casa, La Casa Jalisco, ha dejado marcado su sexenio; el síntoma más elocuente de lo que se vive en la entidad; donde el Gobierno es incapaz de ofrecer a la ciudadanía en general, pero en particular a las mujeres, la seguridad y protección para el desarrollo pleno de sus actividades más básicas como desplazarse por las calles de la ciudad para llegar a su trabajo o regresar a sus hogares. Un feminicidio que hizo también visible la falta de capacitación de los cuerpos de seguridad y por supuesto, que las órdenes de protección no se cumplen, porque Vanesa contaba con una y hoy está muerta. 

Pero nada de ello está dispuesto a reconocer el gobernador Enrique Alfaro Ramírez; sus declaraciones sobre el feminicidio de Vanesa han sido desastrosas y, afectado de soberbia, ha culpado una vez más a la prensa, por el simple hecho de cumplir su trabajo de informar. 

Contrario a lamentar los hechos, ofrecer apoyos, hacer promesas, comprometerse a trabajar en estrategias, o simplemente dar la razón a todo mundo -como estilan los políticos en el poder-, decidió en un principio “revictimizar” a la joven asesinada y a todas aquellas que no se separan a tiempo de sus parejas o que no piden ayuda a tales números telefónicos o al 911. 

Ya después en entrevista con reporteros, redujo la tragedia producto de un feminicidio, a decir “es un síntoma de la descomposición de la sociedad jalisciense y no una responsabilidad del gobierno” , argumentando, además , solo se había tratado de la acción de “un loco” y que su gobierno no falló en la protección de la víctima.  Pero al ser requerido por los reporteros, les explicara dónde fallan las dependencias de su gobierno, una vez más entró en conflicto con la prensa, a la que recriminó:

“Muy bien, yo estoy a sus órdenes, si ustedes quieren seguir haciendo apología de la violencia, adelante, nosotros estamos trabajando muy duro. Lamento mucho lo que sucedió. Le doy mis condolencias a la familia, a pesar de que hay quienes quieran hacer de esto otra historia”. 

Pero no conforme con ello, una vez terminada la entrevista, y envuelto en cólera, regresó a encarar a las reporteras a quienes alzando la voz repetía una y otra vez que no era su culpa (la muerte de Vanesa) y que el hecho no tenía por qué marcar su sexenio, mientras las periodistas le pedían que no gritara y que no las agrediera. 

El feminicidio de Vanesa, la joven madre muerta a manos de su marido que deja huérfano un niño de apenas dos años de edad, ha sido repudiado por la sociedad en general, el sábado, a fin de honrar su memoria y de las más de 70 mujeres asesinadas en lo que va del año en el Estado, se dieron cita decenas de personas a las afueras de Casa Jalisco, donde reclamaron la incapacidad del gobierno para proteger a las mujeres y exigieron justicia para Vanesa.

Diferentes instancias también calificaron de inadmisible y omisa la actuación de las autoridades estatales y municipales. 

Amnistía Internacional, se pronunció para demandar que al gobierno del estado de Jalisco efectúe una investigación por medio de la cual se sancione la ineficacia de los funcionarios encargados de hacer cumplir las medidas de seguridad dictadas en favor de Vanesa, así como la aplicación de medidas urgentes encaminadas a erradicar la violencia machista y a garantizar de manera efectiva la vida de las mujeres.

La organización recordó que a inicios de este mes la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) emitió la recomendación 5/2019 por otro caso de feminicidio, en el que la víctima también contaba con medidas de protección. En ésta se exigió a las autoridades judiciales poner especial énfasis en la aplicación de estas órdenes, así como ofrecer garantías de no repetición de este tipo de hechos.

Por su padre, CLADEM emitió un puntual comunicado, en el que menciona el feminicidio de Vanesa como un reflejo de lo que ocurre en el Estado, es decir, la inacción de más autoridades, la prevalencia de la impunidad, el cobijo al agresor y la mujer en total vulnerabilidad con su vida corriendo peligro ante la inoperancia de las autoridades.

“El Derecho a vivir una vida libre de violencia se ha vuelto una falacia en el Estado. No hay políticas públicas de prevención de las violencias y tampoco hay acceso a la justicia para las mujeres que las denuncian. El sistema de Justicia está Colapsado”.

Menciona además, agudos señalamientos respecto a la actuación de las autoridades en el feminicidio de la joven. 

1. La autoridad tenía conocimiento de la situación de riesgo en la que se encontraba Vanesa, por lo menos desde el pasado 30 de diciembre del 2017 en que presentó en la Fiscalía del Estado una denuncia por violencia en contra de su esposo. (Las declaraciones del fiscal y de la directora de área son inadmisibles al señalar que durante un año realizaron tres llamadas y Vanesa no les contestó. Con esta respuesta pretenden trasladar la responsabilidad de su seguridad en la víctima y evidencia que no tienen ningún protocolo de actuación para vigilar al agresor).

2. Las declaraciones del gobernador “las disculpas no previenen, las promesas de quien les agrede no son garantía de nada; un primer acto de violencia, físico o psicológico, es suficiente para frenar, para decir basta, alejarse y pedir ayuda…” también revictimizan al responsabilizar a Vanesa por la relación que vivía con el agresor. Evidencia un desconocimiento pleno del círculo de violencia que viven las mujeres y elude la responsabilidad del Estado al responsabilizarlas a ellas por continuar en una relación violenta, estas declaraciones ofenden no solo a la víctima y su familia sino al resto de la sociedad jalisciense.

3. Inaceptable que la postura oficial del Gobierno del Estado sea desde una perspectiva de re victimizar a la víctima, de carga de la responsabilidad a las mujeres (si nos matan es porque nos lo buscamos, porque no lo evitamos), en lugar de reconocer la grave situación de violencia contra las mujeres que vive el Estado y que lo colocan como una de las entidades más violentas y de mayor riesgo para las mujeres. 

4. A pesar de contar con una denuncia presentada en fiscalía por violencia y de contar con orden de protección, la omisión de las autoridades puso en riesgo su vida, ni siquiera el haber llegado a Casa Jalisco y de estar ante policías estatales y escoltas del Fiscal General pudieron evitar que le arrebataran la vida a Vanesa. Evidentemente hay responsables de esas omisiones que tienen que ser investigados y sancionados.

5. En rueda de prensa el Fiscal declaró: “ (…) recibimos instrucciones del Gobernador de revisar el asunto a fondo, en consecuencia y de nueva cuenta, reanudar todos aquellos esfuerzos que tengamos que hacer con el ánimo de salvaguardar la seguridad de todas aquellas mujeres que a través de la búsqueda de la Justicia están tratando de resolver un problema familiar”.

Preocupa que no se reconozca por parte de la autoridad responsable que la violencia contra las mujeres es una grave violación a los derechos humanos, desconcierta que el fiscal asuma este caso como uno que debe resolver por indicaciones del gobernador, cuando se refiere a que actuarán con el ánimo de salvaguardar a las mujeres involucradas en problemas familiares, lo que demuestra es desconocimiento de las funciones de su cargo, ignora que el Estado está obligado a garantizar a las mujeres una vida libre de violencia y que su actuar debe estar en todo momento acorde a los estándares internacionales de derechos humanos.

El comunicado termina con una serie de preguntas respecto al proceder de las autoridades municipales y estatales y con un listado de acciones que se deben cumplir, y aseveración de que el Estado le falló a Vanesa, por lo que se exige justicia “para ella y para todas”. 

El sábado, decenas de personas llegaron  a manifestarse a las afueras de Casa Jalisco para demandar la protección del Estado a quienes han sufrido violencia de género; exigieron justicia por la joven asesinada, que se trabaje en el tema y den resultados. 

Enrique Alfaro anunció acciones, se comprometió a generar estrategias e invitó a mesas de trabajo. Lo cierto es que  tiene una ardua tarea por delante en el tema de género, en el asunto de cuidar, proteger y brindar seguridad a las mujeres jaliscienses, en hacer que se cumplan los protocolos que dictan cómo proceder para evitar más feminicidios y en darle un sitio de privilegio a estos temas en la agenda de Gobierno, porque aunque no le guste, aunque haga berrinche, aunque grite a las reporteras y aunque insista en que no es su culpa, el feminicidio de Vanesa a las puertas de Casa Jalisco, sí es responsabilidad de su Gobierno y ha marcado su sexenio. 

Los anuncios que hace ahora el mandatario directamente, a través del fiscal estatal y por otros funcionarios de su gobierno en el sentido de que, en efecto, hay fallas y en efecto, tiene que trabajarse en la implementación de nuevos y mejores sistemas, operativos, protocolos, y demás esquemas de cooperación intermunicipal y todo lo que ahora se les está ocurriendo para mejorar, es la más contundente prueba de que las cosas no funcionaron, no están funcionando. Esto obviamente tiene un lado positivo que es el reconocimiento tácito de lo que está mal y debe corregirse y que quizá sea verdad que se van a echar a andar estrategias para mejorar. Habrá que ver que lo cumplan, estar atentos a qué se hace para mejorar la tan agobiante inseguridad.