Pero qué necesidad / Para qué tanto problema

Pero qué necesidad: la canción del Divo de Juárez que se le podría interpretar en principio al Dr. Urzúa por su renuncia a la titularidad de la Secretaría de Hacienda, pero también a otros integrantes de la picaresca política nacional.

Carlos Urzúa

¡Pero qué necesidad de presentar su renuncia cuando haría daño a los mercados! Antepuso su interés personal a esperar al cierre de los mercados. El impacto sobre la moneda y la bolsa hubiera sido menor y más fácil de paliar. En la tarde, igual se hubiera hecho el cambio de secretario, sin causar una pequeña devaluación a nuestra moneda.

De la misma forma, si considera que hay conflicto de interés —como lo señala en su carta—, tendría que denunciar ese delito (Código de procedimientos penales, Art. 222). Si fue solo porque estaba enojado, ¡qué necesidad! de meter más “ruido” e incertidumbre a una economía de por sí convulsa.

Asesoría (toda) de Presidencia

¡Pero qué necesidad! De no informar al presidente, que él solo puede proponer al secretario de Hacienda, pero es ratificado por el Congreso. ¿Por qué no le dicen a tiempo?

Senadores del PAN

Quienes se acordaron de la normatividad, una hora después del nombramiento y fue bastante descafeinado su recordatorio de hacer valer la ley.

Congreso de la Unión

Hasta que Presidencia solicitó la ratificación del nuevo secretario, fue cuando se convocó para una sesión extraordinaria.

Yeidckol

Con su patética contestación, avivó la teoría de que es ella una de las que más fastidió a Urzúa.

Los que hacen leña del árbol caído

Basta leer los comentarios de Epigmenio Ibarra, Fernández Noroña, Salgado Macedonio, Ricardo Monreal, et al. Quienes no solo avivan la teoría de la división interna, también señalan su pésima comprensión de la economía, más allá de ideologías.

Entran aquí también todos los que se escudan en el “anonimato” o lejanía de las redes para fastidiar a la hija de Urzúa. Si no están de acuerdo con ella, déjenla ir. Urge diferenciar al personaje público, de las actividades de sus hijos. Más cuando estas no son ningún acto de altanería, soberbia o abuso de influencias.

Poncho Romo

Sí, él también tenía desencuentros con Urzúa, pero ¡para qué tanto problema! Tal vez demasiado tarde entienda que el ex secretario de Hacienda mantenía un férreo control en el gasto, lo que era un ancla para la confianza de los inversionistas que Romo tanto buscaba.

Andrés Manuel

No ahora, pero ¡qué necesidad haber desdicho antes en público al sucesor de Urzúa! Todo lo que diga Herrera, tendrá que esperar un rato a que el presidente no lo niegue. Puffff...

No hay como la libertad de ser, de estar, de ir/ De amar, de hacer, de hablar/ De andar así sin penas/De amar, de hacer, de hablar/ De andar así sin penas

Hay un grupo, muy reducido, que también debería ser señalado pero por aquello de esta parte de la canción

Hernán Gómez Bruera

Sí, metió la pata hasta el fondo con el programa del ITAM (en la ya desaparecida “Maroma Estelar”), pero su artículo en El Universal señala la tristeza para la 4T por la partida de Urzúa y también, de forma concisa y correcta, la necesidad de que se le diga al ejecutivo, cuando esté actuando de manera errónea.

Olga Sánchez Cordero

Forma elegante de felicitar a Arturo Herrera y guardar un comentario agradable para su amigo el Dr. Urzúa. La pregunta queda en el aire: si a ella le gustaría también poder renunciar.

José Antonio Meade

Quien sin dimes ni diretes desea de forma clara y concisa lo mejor para el nuevo secretario y de paso le da un consejo. Sus tuits siempre apuestan por la unión de nuestra patria.

Yo le quiero ver feliz, cantar, bailar/ Reír, soñar, sentir, volar

Andrés Manuel nos dice siempre que él es feliz y nos quiere ver felices. Es algo en lo que estamos de acuerdo todos. Se requieren muchas cosas para lograrlo y especialmente en lo que se refiere en otorgar un piso mínimo de oportunidades a quienes más lo necesitan. Esto es, crear una sociedad más equitativa. Para ello, el requisito indispensable es tener finanzas sanas y hacer crecer, crecer, crecer la economía. 

Por lo anterior, ¡vaya que esperamos que el nuevo secretario apoye y ayude a que esto pueda sea cierto, sin devaluaciones, inflaciones, recesiones o deflaciones, y con una economía que avance y sea pujante! Esa es la moraleja de es esta canción.