Nunca he sido ingenuo, para mí, la palabra siempre había sido garantía de que quien la pone en el juego de las ideas, es digna de credibilidad y de respeto. Pero en el mundo de hoy, la política, ya no es sinónimo de dignidad y referente de quien se precia de ser un líder de partido. Muchos de los que dirigen organizaciones sociales o políticas, se han ganado a pulso la antipatía y la falta de credibilidad porque carecen de principios y de moral. Son políticos conveniencieros, centaveros y siempre proclives a usar a la gente como peones de brega para montarse en los puestos de poder, defensores de intereses malsanos o instrumentos perversos para echar abajo los proyectos sociales que interesan a la gente.

Apenas hace una semana se reunió el CEN y el Conejo Nacional de Morena con la idea de encontrar, juntos, la ruta que llevara al partido a la unidad y al fortalecimiento de la democracia al interior de sus filas. En la sesión del martes 17 de noviembre se acordó que lo relacionado a las coaliciones para el proceso electoral del próximo 2021, el CEN pondría sus propuestas a disposición de todos sus miembros y del Consejo Nacional para que, en unidad, acordaran lo procedente a partir de lo que mandatan los órganos internos del partido. Se trataba, especialmente, de impedir que los machuchones que nos impusieron los tribunales, respondieran a intereses ajenos a los requerimientos, perfiles y cualidades que exige la militancia y las condiciones que vive el país

El primer acuerdo tomado de manera colectiva que fue aplaudido por la inmensa mayoría del partido, fue el rechazo a la coalición con el Partido Verde en el Estado de San Luis Potosí. No se aprobó la coalición no porque la militancia esté en contra de las coaliciones per sé. El desacuerdo proviene por el tipo de personas que se quieren imponer y que han sido cuestionadas por el pueblo por sus ligas con los corruptos, con el crimen organizado o por grupos de poder que no comparten la política y el proyecto que encabeza el presidente de la República. Tampoco estamos en contra de que haya candidaturas externas que representen a organizaciones sociales, culturales o de género. Estamos en contra de que los que dirigen al partido decidan en nombre de la militancia y de sus órganos estatutarios, que impongan candidatos a los distintos puestos de representación popular a personajes corruptos, ajenos a los principios elementales de honestidad, trabajo y empatía con la gente.

El bochornoso comportamiento del presidente y de la Secretaria General en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el domingo 22 de noviembre, pinta de cuerpo entero lo que podría ocurrir con todo lo que está por venir. Impedir la entrada a la reunión que los funcionarios del CEN montaron para hablar de las coaliciones y de la unidad del partido, para fortalecer el proyecto de la cuarta transformación, resultó verdaderamente patético. Mientras la militancia protestaba en la calle por el indigno comportamiento de Mario y de Citlalli, el presidente del CEN se desgañitaba diciendo que los que estaban afuera del recinto eran unos provocadores enviados por el gobernador del Estado, y que estaban en contra del proyecto de la 4t. ¡Borbollones de ignorancia y miseria políticas salían de la boca del “presidente” del CEN de Morena! 

¿Qué está atrás de este comportamiento de estos funcionarios del partido? ¿Quieren convertir a Morena, que nació como una fuerza de izquierda, con un proyecto de gobierno a favor del pueblo, en un partido de la derecha con integrantes del PRI, del PAN y del PRD? ¿Eso quiere decir Mario Delgado cuanto afirma públicamente que Morena no tiene dueño, que pertenece al pueblo? ¿A qué pueblo representa el presidente del CEN cuando los que se fajaron construyendo el partido desde abajo, a ras de tierra, sin recursos, sin apoyos de nadie y menos con aportes de los grupos de interés y que ahora ni siquiera les permite estar en las reuniones donde se discute la suerte del partido? ¡Todos vimos el gozo con el que los dirigentes se abrazaban con los caciques y corruptos del PRI, del PAN y de otros partidos en esa reunión de aplaudidores y lacayos

Si Morena es un partido del pueblo, entonces atiéndanse las demandas del pueblo. No a los corruptos, no a nuestros adversarios, no a los oportunistas que amenazan de que, si Mario no les cumple las promesas de ser candidatos, pondrán sus “fuerzas” al servicio del #SIPorMéxico. No es por ahí señores dirigentes, si no pueden con el paquete, renuncien y evítense la vergüenza de convertir al partido en una caricatura o en un nido de buitres