El día de ayer la sociedad mexicana se paralizó al saber la noticia del caso de Fátima, una pequeña de apenas 7 años que desapareció el 11 de Febrero y fue encontrada días después asesinada y con signos de tortura. Pero, ¿qué hay detrás de un caso tan doloroso? ¿Quién es el culpable de que asesinaran y revictimizan a las víctimas?

En primer lugar, es importante mencionar que el DIF desde el 2015 había sido notificado sobre la situación de Fátima; el informante había hecho un reporte donde denunciaba que la menor era víctima de maltrato y descuido emocional. Entonces, ¿por qué nadie hizo nada? ¿Por qué la institución no procedió con una averiguación e investigación correcta? Para que en caso de que hubiera este tipo de hechos hacia Fátima, la pequeña hubiera sido retirada de su hogar; para encontrarle un tutor o una familia mucho más “idónea”, según los protocolos y la percepción de la institución.

En segundo lugar, la escuela no cumplió con los protocolos de entrega de niños. Es egoísta e ilógico que las autoridades de la escuela dejaran salir a los menores a la calle sin ningún tipo de control y seguimiento; sabiendo los riesgos a los que se pueden enfrentar.

En tercer lugar, la comunidad estudiantil y de padres de familia pudieron jugar un papel fundamental en un caso tan doloroso como el de Fátima, no se trata de culpar a las personas pero sí pretendo visualizar el tema de que ningún padre o madre de familia se percataron o interesaron del porqué no habían llegado por la menor y mucho menos, consideraron los riesgos que implicaba que una niña se quedara sola afuera de una escuela.

Así mismo, en cuarto lugar se encuentran las instituciones debido a que se denunció negligencia por parte de las autoridades; pero tristemente este caso no es un tema aislado, incidentes o negligencias de este tipo ocurren todos los días debido a que el sistema mexicano de atención y defensa de las víctimas es burocrático y no sirve y nunca ha servido.

En quinto lugar se encuentra la oposición de la 4T, es injusto aprovecharse de una “tendencia” dolorosa y desgarradora para volver a viralizar un poco su contenido. Las estrategias de redes sociales es cierto que funcionan con la vulnerabilidad y con las emociones de las personas, pero es inhumano fundamentar tu contenido con un tema sumamente lamentable con fines personales o políticos, independientemente si estás de acuerdo con la reacción de las instituciones o del presidente o no.

Por último, Ernestina Godoy, la Procuradora General de Justicia de la Ciudad de México, ¿qué pretende exponiendo presuntos problemas psiquiátricos de los padres de Fátima?

Si bien, en las aulas de comunicación política se enseña que en caso de crisis, en algunas ocasiones puedes usar la “transferencia de culpabilidad”, es decir, desvincularse un poco de la situación para que las consecuencias y los señalamientos no sean tan directos, es poco ético revictimizar a las víctimas en un caso tan doloroso.

Y si la señora Ernestina no lo hizo por una inhumana estrategia comunicativa, consideraría que la señora es poco anaítica para no lograr comprender que aunque los padres tuvieran problemas psiquiátricos, nadie merece que maten a su hija y nunca será justificación; además de que en caso de que sea cierto, lo único que demuestra dicha situación, es la ineficiencia del DIF, para atender denuncias sobre descuido y maltrato a menores.

Con este texto no pretendo encontrar un culpable, pero sí considero que es necesario hacer conciencia del panorama general sobre el sistema social que está fallando en México, es decir, para que ocurran incidentes de este tipo debe haber un sistema que encubre y no detecta a tiempo irregularidades institucionales y sociales que podrían ayudar a frenar este tipo de incidentes tan doloroso y tan fuertes que se quedan en la memoria y el alma de todos los mexicanos.

Con un elemento o con un agente que cambie, que frene, que haga conciencia; quizá podríamos salvar muchas vidas humanas que merecen ser vividas y respetadas.