Pese a que la violencia en muchos estados de la República Mexicana no cesa, tampoco debe haber la necesidad de hacer justicia por propia mano. Existen antecedentes de las llamadas autodefensas en Guerrero y Michoacán, que en nada han abonado a un estado libre de violencia, al contrario, se crea más violencia.

 Para ello, los tres niveles de gobierno deben aplicar las políticas públicas necesaria para acabar con flagelos como la pobreza, la violencia y sobre todo, con los cáteles de las drogas que se han apoderado de muchos territorios en nuestro país.

Pues ahora, el inversionista inmobiliario de Quintana Roo, Carlos Mimenza, anunció ayer la creación de un grupo de autodefensas con 200 efectivos que serán financiados por 20 empresarios para hacerle frente al “cártel del gobernador Carlos Joaquín”, a quien acusó de proteger delincuentes e incurrir en lavado de dinero.

Sin embargo, el gobierno quintanarroense manifestó su rechazo a los grupos de autodefensa promovidos por el empresario.

“El gobierno del estado no será aval de grupos de confrontación que vayan en contra de la convivencia pacífica, del desarrollo de una política madura y de respeto”, señaló en un comunicado, y advirtió que habrá “cero tolerancia para quienes buscan la provocación”.

Y más aún, los verdaderos empresarios del Caribe agrupados en el Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCE) también rechazan tajantemente que todos los empresarios estén de acuerdo con Carlos Mimeza, incluso ya emitieron su pronunciamiento. Más, menos o señalaron:

 “Cualquier declaración que convoque a la anarquía, a la desunión, a la falta de confianza no corresponde al sentir de los empresarios quintanarroenses, quienes condenamos firmemente mensajes o convocatorias que se hagan, en nuestro nombre, en perjuicio del estado de Quintana Roo”.

Así las cosas en Quintana Roo, y máxime cuando se espera en todo el país la temporada vacacional donde se recibirán a miles de turistas nacionales y extranjeros, potencialmente en el destino del Caribe mexicano.