Siempre dije que el expresidente Felipe Calderón (afamado por borrachito, peloncito y de lentes), era un pésimo negocio del corporativo derechoso conformado por empresarios, políticos y el crimen organizado, que lo contrataron para liderar su retorno al poder.

Naturalmente, el pueblo rechaza a “Borolas” por narcotraficante, corrupto y asesino; con permanente aroma a Cuervo Especial y cacahuates enchilados; torvo enanezno obligado comprar acarreados para las asambleas de su partido México Libre por falta de quórum, (y ni así logró el límite mínimo permitido de participantes). Mientras trataba infructuosamente de afiliar personas de carne y hueso, le cayó como balde de agua fría el apañón de su ex jefe policíaco Genaro García Luna; apenas se estaba recuperando de “la cruda” realidad, cuando le explotó un tanque de Etileno XXI (cortesía de “Lozoyín”).

Seguir financiando a Calderón bajo estas condiciones, es tan suicida como contratar a Muñoz Ledo como guardaespaldas. Sin embargo, “Borolas” no ha perdido su beca; aparece en aviones en primera clase, carros Fórmula Uno, lugares lujosos, rodeado de un ejército de guaruras; ni siquiera ahora, que México Libre no alcanzó su registro, se ve afligido: sigue chupando y tuiteando que las donaciones por CLIP son válidas (aunque el consejero Ciro Murayama negó que el INE aceptara donaciones anónimas), ajeno a los sinsabores del desempleo. ¿Quién le paga las pedas?

Nombres ocultos en una oscuridad más oscura que la de “Felipe, el oscuro”, aportaron el 8.8% de Recursos Voladores No Identificados a México Libre.

Es obvio que Felipe Calderón es un pésimo negocio como líder opositor, pero lo siguen manteniendo, ¿qué esperan obtener? Ahora sospecho que Calderón cobra como señuelo, no como la carta fuerte del Corporativo narco-derechoso.

Mientras estamos distraídos con “Borolas” y sus peripecias, en la oscura oscuridad quizás se esté cocinando el verdadero regreso al poder de la derecha, quizás mediante un golpe de Estado militar; a través de un fraude electoral (y el supuesto pleito con Lorenzo Córdova “Tatanka” sea pura simulación); o infiltrándose a Morena, a través de un funcionario del que nadie sospeche (quizás el Dr. Gatell). Tenemos que estar preparados ante cualquier vileza de los adictos al dinero mal habido, quienes no pierden oportunidad para mostrar sus instintos violentos.

México Libre y Felipe Calderón probablemente sean la “cortina de humo” que cubre algo siniestro, apocalíptico y demoníaco (tal vez diseñado por Salinas) de lo que nos enteramos en las próximas elecciones presidenciales; probablemente algo más devastador que la pandemia.