En días pasados vi a muchos periodistas rasgándose las vestiduras cual Caifás hablando sobre la posibilidad de perder la inversión de Constellation Brands en la planta de Mexicali. Muchas columnas sobre el rechazo de la inversión y sobre cómo el gobierno debió de oponerse al pueblo y seguir con la construcción de la planta en Mexicali.

El pueblo elige a los gobernantes para que los representen y tomen las decisiones que sea más conveniente para todos. Llamar a una consulta pública donde se habla del agua me parece una decisión sensata, pues el agua es un derecho de todos.

En Nuevo León tenemos un ejemplo de cómo agarrar una inversión sí o sí, aunque esto representara casi entregarles el estado a los inversionistas. ¿Cómo decirle que no a un lugar donde se estaban regalando desde las tierras hasta los impuestos? ¿Por qué Kia es la única planta automotriz en Nuevo León? Si llegaron ellos, el estado debería de ser atractivo para otras armadoras, ¿o no?

Atraer inversionistas no es bajarse los calzones y ponerse a los pies de estos a costa de la población, de los ingresos municipales, estatales o federales afectando a las generaciones futuras.

Ayer, la gente de Constellation Brands tuvo una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador para empezar a buscar alternativas para relocalizar la planta que iba a estar en Mexicali.

AMLO declaró: “Vinieron de Estados Unidos y platicamos en un ambiente de respeto. Ellos dieron sus puntos de vista, nosotros también, y estamos ya en camino a buscar un acuerdo. Fue buena la reunión.”

Con respecto a Mexicali López Obrador comentó: “Les explicamos que ya era una decisión tomada por los ciudadanos, que no se podía operar la cervecera en Mexicali, y ellos ya han aceptado eso”. No veo a los inversionistas enojados como lo decían en muchos medios. Ellos están dispuestos a invertir en México, quizá en otro lado que no sea específicamente Mexicali. “Quedé muy satisfecho por la actitud de los directivos de esta empresa. Fueron muy respetuosos, nada de prepotencia y entendieron el por qué de esta situación”, dice AMLO.

Entre el gobierno federal y la gente de Constellation Brands se buscarán diferentes opciones en lugares que sean viables para que si se haga esa inversión en México. Había dos opciones para los cerveceros, la denuncia jurídica y la conciliación. Sabiendo que para negociar es mejor conciliar, los inversionistas aceptaron tener un nuevo acuerdo; esto habla que la inversión que planean no es “golondrina” y que ellos piensan quedarse en el lugar en el que inviertan mucho tiempo.

Este es el tipo de inversionistas que deben de llegar a nuestro país, no aquellos que vienen y se van. Tampoco es de aquellos que buscan condiciones donde prácticamente se les regala todo con tal de que pongan una planta productiva en el país, con la amenaza de que si estas condiciones cambian se pueden retirar. No es solo generar trabajos por generarlos, es también buscar que lo que

México es mucho más que cualquier inversionista. Las decisiones que se tomen no solo tienen que ser beneficiosas para el que invierte sino para la sociedad donde se invierte y para el país en general. No se puede dar condiciones favorables a los inversionistas, si la inversión no es retroactiva. No nos rasguemos las vestiduras solo por hacerlo, pensemos más en México y lo que realmente lo desarrolla. La gente de Constellation Brands lo entendió mejor que muchos alarmistas, más inversionistas como ellos.