“Cría cuervos y te sacarán los ojos”
Refrán español que se refiere a la ingratitud de las personas
¿AMLO espera lealtad ciega?
No hay nada más adecuado para definir a Morena que el refrán “cría cuervos y te sacarán los ojos”. En estas elecciones Morena no va a perder por las trampas o triquiñuelas que inventan para justificar de antemano su derrota electoral, lo harán porque realmente son una banda de carroñeros, que se tragan unos a otros.
Lo que espera el compañero presidente es lealtad ciega de parte de sus correligionarios, donde su palabra sea única y última, algo similar a la disciplina que mantuvo el PRI por muchas décadas.
Pero no puede haber disciplina cuando la traición está a flor de piel. Desde quien formó al partido hasta su estructura.
Camacho Solís
En el PRI la disciplina se rompió cundo uno de los aliados más importantes que ha tenido AMLO para su ascenso político, el difunto Manuel Camacho, se creía elegido para suceder a Carlos Salinas y cuando no fue candidato, traicionó, desobedeció y se fue por la libre.
Camacho utilizaba a AMLO para golpear a sus rivales que contendían por quedar bien con Salinas. Por ejemplo, para afectar la imagen de Pedro Aspe durante su comparecencia en el Congreso como secretario de Hacienda, ahí estuvo Andrés Manuel, Camacho creaba los problemas para luego “resolverlos”. De hecho, fue él quien facilitó a AMLO y a sus huestes las instalaciones del Centro Deportivo Guelatao, con baños, dormitorios y alimentos y, quien al final les entregó un portafolio lleno de dinero, según el propio AMLO, por el “desgaste” de la marcha.
Camacho rompió la disciplina característica del PRI, nunca felicitó ni apoyó a Luis Donaldo, al contrario, inició paralelamente una contra campaña para promoverse como candidato sustituto. El triste resultado, ya lo sabemos.
Otro representante de la deslealtad es Alfonso Durazo, uno de los hijos favoritos de la 4T. Fue secretario particular de Colosio, pero inmediatamente se sumó a las fuerzas de quienes provocaban un ambiente adverso. Al quedar huérfano en el PRI, Esteban Moctezuma lo cobijó en la Secretaria de Gobernación. Sin embargo, al saberse sin cabida en el gobierno de Zedillo, lo traicionó para integrarse al proyecto de Vicente Fox como su secretario particular y cuando vio que ese barco se hundía, saltó a las filas de AMLO.
Los hijos de la 4T
Qué decir de Lázaro Cárdenas Batel, nieto del general Lázaro Cárdenas del Río -quizá uno de los mejores presidentes de México- e hijo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, víctima del fraude consumado por Manuel Bartlett, para robar la presidencia de la República y dársela a Salinas de Gortari.
Lazarito se convirtió en otro de los hijos de la 4T a cambio de las facilidades para hacer negocios con Cuba y otras prebendas.
Otros más, hijos de grandes luchadores sociales, intelectuales, y periodistas que durante muchos años impulsaron cambios fundamentales que permitieron al país alcanzar mejores condiciones democráticas, como la alternancia en el poder y la pluralidad, hoy se han convertido en piezas del tablero de AMLO.
Lorenzo Mayer, historiador y crítico de las prácticas priistas antidemocráticas de los setenta, hoy su hijo, Román Meyer, es un instrumento de la 4T para regresar al autoritarismo. Rosario Ibarra de Piedra, una luchadora incansable y promotora de los Derechos Humanos, su hija Rosario Piedra, comparsa para eliminar a la CNDH y validar violaciones flagrantes obedeciendo las órdenes del jefe máximo.
El flamante consejero jurídico de Presidencia, Julio Scherer hijo de uno de los periodistas con más renombre en México, fundador de la revista Proceso y crítico del viejo régimen autoritario. Ahora sale a decir en una entrevista que “a los reporteros hay que taparles la boca”, por atreverse a cuestionar al presidente.
Otro más de los cercanos al presidente, es su secretario particular Alejandro Esquer, que nombró a su hija como encargada de compras de Pemex en Estados Unidos y es quien verdaderamente mueve los hilos de las licitaciones y junto con los hijos de AMLO. “palomea” influencias.
Pero quizá, quien más sufre de la deslealtad en carne propia, es el propio presidente, su partido Morena, infestado de carroñeros, se le va de las manos y ahora demanda mantener la disciplina, la que él mismo rompió.
¿Pleitos al interior de Morena?
Traicionó al PRI cuando ya no tuvo cabida, luego al PRD después de militar 23 años. Cuando en 2012 quedó en segundo lugar y el PRD ocupó la segunda posición en el Congreso el partido ya no era controlado por AMLO, por ello decidió traicionarlos y conformar un nuevo partido donde él fuera el jefe máximo, igual que lo hizo Plutarco Elías Calles con el PRI.
Los pleitos se multiplican al interior de Morena, Ricardo Monreal contra Epigmenio Ibarra por iniciativas y contratos con Netflix, Félix Salgado e Irma Eréndira Sandoval, Alejandro Gertz Manero contra Santiago Nieto, Higinio Martínez y Delfina Gómez contra José López Beltrán por las candidaturas del estado de México, Alfonso Romo contra Rocío Nahle, Julio Scherer contra Jesús Ramírez.
AMLO que añora la disciplina priista de antaño, hoy es víctima de sus propias acciones. Cría cuervos y te sacaran los ojos.