Hablar del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), es hablar de una de las instituciones más importantes del país. Desde su aparición en 1939, que mediante el estudio, conservación y difusión del patrimonio arqueológico, paleontológico, antropológico e histórico del país ha contribuido a la configuración de la esencia que nos identifica como nación.El pasado 03 de febrero se cumplieron 80 años de la creación esta honorable institución, que se ha encargado de proteger en general el patrimonio cultural de México de acuerdo a sus atribuciones y mediante los recursos humanos, técnicos y profesionales especializados con los que cuenta y que son imprescindibles en el ejercicio y cumplimiento de sus funciones.

Desde monumentos históricos, zonas arqueológicas, alrededor de 120 museos y distintos acervos documentales; el Sistema Nacional de Fototecas y la Fonoteca nacional, así como actividades de investigación y difusión forman parte de las responsabilidades que tiene a su cargo el INAH, además de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) y la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Todo ello mediante distintos centros regionales que operan a lo largo de toda la República y que albergan diversos espacios culturales.

Para solventar esas funciones, el INAH requieren contar con personal calificado y especializado en distintas materias, mismos que, demandan un salario adecuado a sus conocimientos y funciones, además de condiciones contractuales y laborales que se adapten a la calidad profesional de los trabajadores.

El INAH ha incurrido  en atrasos en el pago de los sueldos de cientos de trabajadores, situación que ha creado una incertidumbre laboral en la institución, a su vez que ha propiciado la realización de distintas protestas y reclamos públicos por parte de los trabajadores afectados. Situación que persiste desde hace casi treinta años.

Sin embargo, este no es el único problema que demandan, según fuentes confiables argumentan que existe personal que se encuentra trabajando sin un contrato de por medio que regule su situación laboral con la institución; y quienes si cuentan con contrato no se les permite el acceso a ellos. Cabe destacar que quienes sufren esta situación son en su mayoría personal contratado por honorarios, es decir por medio del denominado Capítulo 3000.

Otro aspecto que forma parte del reclamo es que muchos colaboradores no cuentan con una credencial oficial de la institución que los acredite como colaboradores. Esto genera desconcierto ya que existen proyectos en los que tienen que mostrar alguna identificación para poder desarrollar su labor y el hecho de no contar con ella les dificulta realizar su trabajo.

Diego Prieto Hernández, titular del INAH, ha mencionado en entrevistas con algunos medios que este es un problema en el que está trabajando y que recientemente se dejó de pagar porque se estaban revisando los contratos que cuentan con irregularidades para tratar de solucionar el problema de raíz. Por lo que hubo gente que no fue recontratada –alrededor del 8% del personal-.

También ha dicho que de base estructura, alrededor de 5000 personas se encuentran laborando bajo este régimen laboral con servicio médico incluido, y más de 6500 de trabajadores que no tienen base, trabajando por proyecto. De igual modo aseguró que se han regularizado los adeudos, fijando como plazo el próximo 15 de febrero para completar los pagos que se tienen pendientes, a pesar de que trabajadores han asegurado que los pagos llegan hasta marzo o abril.

Los colaboradores más castigados son los restauradores, quienes demandan un sueldo que vaya acorde con sus competencias y los conocimientos que aportan a la institución, pues son base fundamental de todo proyecto que se realiza en la institución. Quienes esperan que no existan represalias contra aquellos que han participado en las protestas y activamente en el movimiento de reclamo.

En ese sentido, la problemática también ha alcanzado a Jefes de Licenciatura y de Posgrado y Laboratoristas de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, quienes no han recibido su pago y les ha dicho de manera verbal que se les pagará el 15 de febrero, tal como se ha venido mencionando en las últimas semanas.

Según mis fuentes, algunas áreas que no cuentan con la regularización de sus pagos son: la Coordinación Nacional de Museos, la Dirección de Medios de Comunicación, del Museo del Templo Mayor y Proyecto Templo Mayor, así como el  Programa de Arqueología Urbana.  

Otro factor importante es la asignación de presupuesto para cultura este año que  disminuyó al pasar de 12 mil 900 millones del ejercicio fiscal 2018, a 12 mil 394 millones para 2019. Con esto, bibliotecas, archivos, museos, zonas arqueológicas y demás espacios culturales a cargo del INAH, verán aún más comprometido el gran desempeño que realizan.

En redes sociales existe una campaña masiva por parte de trabajadores y extrabajadores del instituto, en donde, bajo el hashtag #YaPágameINAH o #YaPágameINBA, entre otros, el reclamo constante es la exigencia del pago de los adeudos de los sueldos y la regularización de los contratos que ayude a mejorar las condiciones laborales y contractuales de los profesionales que tan noble e importante labor realizan en favor del patrimonio histórico y cultural de México.

Además de numerosas manifestaciones pacíficas que se realizan en lugares estratégicos como Palacio Nacional y afuera de instalaciones de dependencias de gobierno que tienen que ver con la cultura, en donde han hecho hincapié en que se resuelva el problema de los adeudos.

La Cuarta Transformación ha llegado hondeando la bandera de la justicia, por lo que, lo menos que se espera es que se voltee a ver a la cultura y  sus trabajadores que dan el todo por el todo para realizar el trabajo que los convierte en la base de la institución y a quienes estos 80 años les deja un sabor agridulce; sin ellos el INAH no sería lo que es.