Desde el punto de vista fílmico, María Magdalena es una película por demás hermosa. Es una película que no podría entenderse sin sus silencios, esos hermosos espacios que el director tuvo a bien introducir para que la reflexión pudiera llevarse a cabo pues sin estos espacios no habría sido posible asimilar la película, sus silencios dialogan más que el mismo argumento pues la “divinidad” es un espacio silencioso donde brilla la verdad, sin el silencio no es posible comprender la dimensión interior y es aquí donde la película acierta inexplicable y maravillosamente.

La quietud y la paz que ofrece la película deben ser valoradas como atributo fílmico.

María Magdalena es una película que fue realizada con un propósito específico pero se desvió hacia otra intención, y, seguramente sin saberlo o haberlo planeado el director. La película intenta reivindicar a María Magdalena como la parte igualitaria entre el hombre y la mujer tomando como referencia o aprovechando los nuevos descubrimientos arqueológicos del pueblo de Migdal a orillas del Mar de Galilea, lugar donde naciera María Magdalena, de ahí su nombre María de Migdal, y lugar donde habría enseñado Jesús en la Sinagoga encontrada en ese mismo lugar. Por eso la película comienza en la Sinagoga, un gran acierto pues era el valor principal de Jesús, sus enseñanzas, y por lo mismo es nombrado Rabí en la película, otro gran acierto.

Cuando comienzan a orar en hebreo (y arameo) creo que es en ese justo momento donde la película cobra un valor bíblico y significativo pues el hebreo es la lengua de la divinidad, es la única lengua muerta viva, es la lengua con la que está escrita la Creación, y es la lengua del origen del hombre como ser importante en este sistema solar, el hombre mismo no tiene validez ante la historia sin su origen.

Las ideas progresistas desean, entre otras cosas, la igualdad de los géneros en todos los sentidos pero esta idea es imposible ya que el Hombre y la Mujer son diametralmente distintos en el Universo y sólo pueden ser iguales ante la Justicia pero fuera de ese marco no pueden ser iguales en nada pues son las diferencias las que hacen que el mundo y la vida se muevan. Y es muy posible que este haya sido el propósito principal o el objetivo de la película.

¿Qué son el Hombre y la Mujer ante el Universo? El Universo percibe al hombre como Fuego y a la mujer como Agua, para el universo son dos elementos distintos con funciones distintas bajo la física cuántica. El Fuego es el elemento que conforma la masculinidad en el universo, el fuego es Luz, es poder, es sexualidad, es autoridad, es el elemento que concreta, el que hace, el que logra, es velocidad. La fuente del fuego es el Sol, es el máximo regente del sistema, es el que nos guía y el que nos aporta la fuente de la existencia en la humanidad. Sin el elemento fuego el Hombre no existiría. Por el contrario la mujer es Agua, es la que tiene la otra porción para la creación de la VIDA, ella es la que mueve las emociones, la molécula de agua mueve en el universo la información emocional, es el agua la portadora de la información que hace que el ser humano viva en armonía sentimental, se enamore y ame, es el agua la que trasmite las emociones y el sentimiento del Amor, el agua es el único elemento capaz de penetrar todo para crear estabilidad y equilibrio mental y psicológico en la humanidad, es la lógica, el agua es la conducción del conocimiento universal, es la fluctuación de la información divina, es la que logra que el Fuego alcance sus objetivos, es la diseñadora del camino, sin el agua es imposible el entendimiento de la vida.

María Magdalena es la que aterriza a los apóstoles en su confusión, es ella la que logra comprender primero lo que Jesús desea comunicar y la que hace que comprendan con mayor claridad; el fuego sin dirección es fuerza sin sentido, el exceso de fuego es violencia, donde el agua es reprimida el fuego se convierte en velocidad y por lo tanto en violencia. Observe a los pueblos donde el fuego sobra (machismo).

María Magdalena sabe que tiene que ayudarlo, sabe y conoce su misión en el juego de la divinidad y por lo tanto, se saben elegidos, ellos conocían su misión y sin ella no hubiera sido posible el convencimiento entre las demás mujeres. Ella forma parte de la dinámica celestial y la iglesia católica romana fue perversa al haberla rebajado al nivel de prostituta por no aceptar su labor divina en el último intento que se hizo para rescatar a la humanidad. Sí, sépalo lector, Jesús es el último intento que hizo el creador de todas las cosas para salvar a la humanidad y no tuvo mucho éxito que digamos.

María Magdalena se muestra en la película sumergida en el agua, en la infinitud, en su elemento, ella es agua, es la conductora de la vida, es el elemento que no puede faltar en la existencia, ella termina por conformar el todo y la fuente absoluta de la vida. No creo que el director haya tenido conciencia de este aspecto cuántico del hombre y la mujer pues que el hombre sea Fuego y la mujer Agua en el universo pocos científicos lo saben. Las mujeres empoderadas que buscan tener fuego sólo terminan por darse de topes contra el universo. La mujer que se sabe agua no tiene límites, es dueña de todo y de sí misma, penetra en todo y logra todo porque el agua entra por todos los caminos. Lástima que no lo sepan.

El bautizo tiene un valor importante en la película pues se invoca al Espíritu Santo al decir: “yo te bautizo con Luz y Fuego”. El Espíritu Santo en el universo es masculino, es fuego, es fuerza, es poder y por lo mismo, es poderoso. El espíritu santo es la acción de Dios en la Tierra pero ¿sabría el director que la Luz y el Fuego conforman al espíritu santo?, seguramente no pero son esos detalles divinos que la película muestra a pesar de su director.

Todos los días y de todas las formas la verdad se nos es revelada ponga atención que la divinidad ya está aquí para que todos la veamos.

Sin lugar a dudas una película llena de significados divinos que nos revelan que no hay nada en esta vida más que el Amor como propósito único de la existencia movidos por el Fuego y el Agua.