Entre broma y verdad, la frase quebró la algarabía que se pretendía imponer como agenda mediática de la reunión mañanera: “Miren, no quiero que el tema sea nada más lo del feminicidio…”.

Lo que le importaba era destacar que ese día el Fiscal General de la República entregaba físicamente un cheque por 2 mil millones de pesos que habían sido arrancados de la corrupción por el gobierno del presidente López Obrador y que fueron entregados al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP).

Ya habían circulado varias preguntas con sus réplicas para el Fiscal General Alejandro Gertz Manero para que aclarara sobre la pretendida intención del régimen para modificar el Código Penal para que el feminicidio regrese al tratamiento del delito común, caldeó los ánimos de las reporteras que con sus argumentos acaparaban el tiempo y echaban tierra al tema del cheque, pero también de la rifa del avión.

Con respuestas generales y corteses el fiscal insistía en que cualquier propuesta que hagan los legisladores será en defensa de las víctimas y también lanzó una afirmación que se disipó en el aire cuando el presidente López Obrador dejó claro que en ese espacio no quería que el tema del día fuera lo del feminicidio porque, según replicó “se ha manipulado mucho sobre este asunto en los medios, no en todos desde luego. Los que no nos ven con buenos ojos aprovechan cualquier circunstancia para generar campañas de difamación, así de claro, de distorsión, información falsa. Este es el caso.”

Vino el llamado para centrar la atención al tema del cheque, del dinero arrancado a la corrupción y con una sonrisa afirmó que “esto ya nos sirve, sí son dos mil millones de pesos, pues para pagar los premios del avión presidencial; y lo que obtengamos de la venta de los cachitos, de los boletos de la lotería nos va a alcanzar sin ningún problema para destinar dos mil 500 millones de pesos a la compra de equipos médicos. Esto es justicia.”

En su interés por imponer la agenda informativa de la población, dejó de lado varios conceptos sociológicos relevantes, pero especialmente un argumento sustancial que presentó el Fiscal General sobre el polémico tema del delito del feminicidio, pero sobre todo de las graves deficiencias en la impartición de justicia en México y que es punta de lanza de cualquier transformación.

Gertz Manero aseguró que “si el Ministerio Público dispusiera de más capacidad para poder resolver los problemas de homicidio, cuando tenemos un grupo vulnerable, (no) tenemos (mas) que manejarnos dentro de la capacidad que existe. Hacer leyes que no entiendan la realidad de los niveles de competencia que tienen que ir subiendo (en el ámbito de la justicia) y que se tienen que ir mejorando, no va (a tener resultados) en favor de las víctimas.”

Esto puede interpretarse que la existencia en México de un Ministerio Público desactualizado, un aparato de justicia desarticulado y con legisladores que desconocen la dinámica del derecho y de la sociedad, difícilmente se resolverá el problema de las víctimas.

Todo indica que la violencia de género seguirá siendo impulsada por la ignorancia, la discriminación y las normas sociales que limitan las oportunidades, la representación, la elección y los derechos de una mujer que, aunque pudieran formar parte de las prioridades políticas del actual régimen, están mucho muy atrás de la rifa del avión presidencial o del cheque multimillonario con el que se trata de ilustrar la indispensable lucha contra la corrupción, pero que salió de un proceso judicial inconcluso, según se dijo.

@lusacevedop