No había tiempo para celebrar. El largo proceso de renovación del partido provocó que la nueva dirigencia de Morena encabezada por Mario Delgado, llegará con poco tiempo a la importante cita: el proceso electoral del 2021.
El grupo representando por Delgado, sabe bien de los riesgos que asumieron al ganar la presidencia del partido en el poder. El desgaste ocasionado por las fricciones y el enfrentamiento con los otros contendientes y facciones al interior de Morena, los han hecho apresurar el paso.
Nos comentan fuentes cercanas, que por esta razón, Delgado y su gente ya han contemplado varios escenarios post-electorales, desde una victoria contundente que les reafirme su posición de liderazgo en el partido y el afecto y confianza que el Presidente ha depositado en ellos; hasta un escenario en donde las cuentas no les salgan de todo positivas.
Por eso lo primero que han hecho es hacerle llegar un reporte a López Obrador, donde resaltan las zonas en “rojo”, aquellos lugares del país donde a pesar de tener a su cargo los gobiernos estatales o municipales, el partido presenta un deterioro en su popularidad. Este reporte tiene como fin, empujar desde México cambios en estos gobiernos locales, para que en un control de daños, reparen la imagen del partido y puedan competir en la elección; el otro propósito es sentar un precedente que los exima de la responsabilidad de los resultados que se obtengan en dichos lugares.
Además, ya tienen contemplado ceder candidaturas a estos liderazgos locales, a pesar de haber jugado en su contra durante el proceso interno del partido; esto para que los gobernadores y alcaldes se responsabilicen por los resultados que se obtengan, de tal forma que si se gana la elección, los Delgadistas se llevan los créditos y si la pierden pueden señalar a los responsables directos, de cualquier forma ganarán posiciones en lugares donde hasta hoy tenían poca presencia, como el estado de Veracruz.
Dentro del plan también esta enfocarse en las zonas de mayores probabilidades de triunfo, el objetivo primordial es mantener la mayoría en el congreso y para eso necesitan ganar con por lo menos 1 voto, en poco más de la mitad de los distritos electorales, es decir, Morena pudiera quedarse con su mayoría, con mucho menos de la mitad de la votación total a nivel nacional.
Y por último, pretenden dar un golpe de autoridad, al llevarse lo que para ellos sería la “joya de la corona”, la gubernatura de Nuevo León, donde ya cerraron el acuerdo para impulsar la candidatura de la ex priista Clara Luz Flores y donde además todo parece indicar que la alianza PAN-PRI se ha caído.
Al parecer Delgado tiene todo cubierto y pase lo que pase en la elección todo pinta para que salgan fortalecidos, con más posiciones y presencia en lugares en donde hasta hoy, les jugaban la contra.