Si el día de hoy fueran las elecciones, sería como un día de campo para Morena y sus partidos satélites como el PVEM, PT, debido en gran parte a que la oposición que pudiera competirles, básicamente el PAN y el PRI, están prácticamente entregados a AMLO y a la 4T.

La BOA 

Después de que el compañero presidente y camarada Andrés Manuel López Obrador diera la señal para destruir cualquier intento en su contra al revelar una supuesta alianza opositora concebida a través de un plan denominado “Rescatemos a México” creado por el Bloque Opositor Amplio (BOA), algunos representantes y aliados a él, empezaron a actuar para romper cualquier acción que pudiera estorbar en las elecciones del 2021.

Ya en las elecciones de 2018, las propias dirigencias del PRI y del PAN jugaron un papel determinante para evitar una posible alianza entre ambos institutos políticos y jugaron a la fragmentación del voto en favor de AMLO

2021, divididos por MORENA 

De cara a los comicios de 2021 pareciera que el juego se repite, tanto por el presidente del PAN, Marko Cortés, como por el dirigente del PRI Alejandro Moreno (Alito)

Como lo comenté en este mismo espacio, el ganador de la elección no será una de las 13 opciones de partidos políticos que contenderán, sino quien logre conjuntar la mejor alianza. 

Morena tiene clara y pactada su alianza, con el PT y PVEM, más la chiquillada que crearon para esta elección con los partidos de los evangélicos, el de la profesora Elba Esther Gordillo y el partido del expriista y madracista, César Augusto Santiago. 

En cambio, la oposición hoy por hoy tiene graves problemas.

PAN contra sus gobernadores

El PAN encabezado por el anayista Marko Cortés, ya desde ahora está buscando disputar el control de las elecciones a los gobernadores de su partido y restarles liderazgo, mediante la alineación de los regidores en lugar de sumar esfuerzos con ellos y apoyarlos en sus acciones de gobierno y en la defensa de los ataques que reciben a diario del compañero, camarada Andrés Manuel López Obrador. 

Cortés por otra parte, está confrontado a muerte con el expresidente de México Felipe Calderón, a quien prácticamente obligaron a renunciar a su militancia de toda una vida, para así sacar a los grupos tradicionales del PAN y debilitar al partido en la elección del 2018, se comenta incluso que se trató de un acuerdo con AMLO a cambio de evitar que Anaya enfrentara a la justicia. 

El líder del PAN también convocó a sus homólogos de un moribundo PRD y de un acomodaticio Movimiento Ciudadano para ir en alianza en al menos 75 distritos electorales federales, pero aclaró que no está contemplada una alianza con el PRI. En términos llanos, lo único que está generando Cortés es la fragmentación del voto opositor. 

En el PRI es la misma situación 

El actual dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como Alito, gobernador con licencia de Campeche, es un salinista de cepa. Llegó a la gubernatura como un alfil del salinismo, apoyado, tanto por la familia del exgobernador Echeverría Castellot —hoy ligada a los intereses de la 4T— y, por otro lado, se dice que por el propio Carlos Salinas y su hijo Emiliano a través de Nxivm, la famosa organización de auto ayuda que dirigía Keith Raniere y donde reclutaron a muchos de los jóvenes campechanos, entre ellos, a los hijos de la pareja, Federico Echeverría Lanz y Glays Ortega, quienes son patrocinadores de Alito

Así, toda la energía, ímpetu y hasta posición contestataria que había asumido como gobernador, como dirigente del PRI se apagó. 

Alito no ha planteado una posición clara en relación con el proceso electoral venidero, ni tampoco una alianza con algunas otras organizaciones políticas. Las encuestas en casi todas las entidades del país colocan actualmente al PRI en un tercer lugar y muy por debajo de Morena y del PAN, por lo que los analistas consideran que este partido está obligado a generar alianzas con otras fuerzas políticas. 

Además, a diferencia de los gobernadores del PAN, los del PRI, en su mayoría están completamente cooptados por Morena y AMLO, como el caso de Alejandro Murat enOaxaca, que es más morenista que cualquier otro, junto con su padre, José Murat quien en las elecciones pactó junto con Ricardo Monreal apoyos para campañas y así la mayoría de ellos, que responden más a AMLO que a su partido. 

El resto de los partidos se colocarán al lado del mejor postor dejando a los ciudadanos solos  y sin posibilidades de competir frente a los ilusos creyentes de los Políticos de siempre MOREPRIANRD.