Es triste reconocerlo, pero la fecha más importante en el calendario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), El Día Mundial del Medio Ambiente, se dio en medio de la rijosidad racista y las exhibiciones matreras de los políticos. Cuando la humanidad está en peligro y los expertos se preguntan que mata más en este momento, el Covid-19 o la degradación del medio ambiente, el acto distraccionista fueron las amenazas de Donald Trump contra una población en protesta por la muerte de un ciudadano negro por un policía blanco y en México, las soliviantades tan comunes del señor Enrique Alfaro gobernador de Jalisco. En este caso, el levantamiento masivo de la población para exigir justicia por la muerte del albañil Giovanni López exacerbó la escasa cordura del gobernador del Movimiento Ciudadano y se lanzó a publicar acusaciones sin pruebas y sin recato. Poner la nota en un mundo convulso, preocupado por las muertes que se acumulan por al desaseo de décadas en muchos países, y el rastrero afán de quitarse pesos de encima, evidencia el tipo de gobierno que hay en algunos estados, muchos de ellos de partidos que crearon la fragilidad que nos agobia. Los tiranos y los tiranitos actúan igual porque están hecho de la misma masa informe. La diferencia entre Trump y Alfaro -ambos expuestos por policías formados a semejanza-, es la importancia de sus puestos, pero están igual de gordos e impertinentes y son procaces, impulsivos y acelerados.

 

EL VIRUS RETRASA PROGRAMAS AMBIENTALES CUANDO SE AUGURA UN REBOTE

El optimismo que se vio en Wuhan China con un medio menos contaminado mientras despegaba y se instalaba el virus, puede ser una esperanza fallida. El cambio climático se dio porque por la urgencia de los ataques virulentos, la industria se retrotrajo, dejaron de circular tantos carros y la fogatas y las reuniones se redujeron. Expertos dicen ahora que la situación puede ser peor una vez que pase la pandemia, por la urgencia de recuperar lo perdido. Más, cuando la ONU anuncia que la reunión mundial que tenía programada para noviembre se pospone. En ella se confiaba que 196 países llevarían propuestas fundamentales para cumplir los acuerdos del Programa de París 1915. Hay países que tratan de paliar el efecto que puede sobrevenir, pero los rebeldes de América que actúan igual, Trump y Jair Bolsonaro, no se han sumado a esos proyectos. Trump ha señalado que no sancionará a ciertas empresas que fueron afectadas por la pandemia y el brasileño habla de bajarle a la vigilancia del Amazonas y dejar puerta abierta. La importante fecha signada por la ONU, tiene el propósito de hacer llamados a la conciencia mundial de preocuparse y luchar por un medio ambiente sano en el entendido vital de que con una naturaleza insana y degradada, los seres humanos corren el mismo peligro. Una noticia que invalida en parte ese saneamiento es el caso de los plásticos cuya eliminación llevaba buen camino pero que por la urgencia viral en muchos casos se ha parado. En México se dieron a conocer algunos proyectos de apoyo a la lucha ambiental, cuando se anuncia en grave alerta que el dióxido de carbono ha aumentado a nivel mundial como uno de los causantes más peligrosos del efecto invernadero. Informes señalan que de 1958 a la fecha, el aumento de ese componente se ha dado cien partes por millón y su degradación dura décadas, cuando no siglos. Mala noticias. Inegi publicó los avances que se dieron en la CDMX dentro de una de las zonas más contaminadas, en el aporte del agua a muchas comunidades y los avances en cuestión de basura, dentro de los programas de utilización de desechos que se han instalado.

 

CON BUEN AMBIENTE, VEREMOS LA FLOR DEL CAMINO, DIRÍA JUAN RAMÓN

Fue Premio Nóbel, mientras avanzaba por la vida con su burro. El gran poeta Juan Ramón Jiménez ensalzó la vida de los animales a través de su burro Platero y vagando por los caminos con él, descubrió la belleza de una naturaleza limpia; la humanidad, pero también la maldad de la gente. Y vio cielos limpios estrellas y senderos y fuentes prodigiosas y aguas cantarinas y se condolió de los perros sarnosos, de las tísicas, de los molineros y admiró el paisaje, los loros, los toros, las mariposas y todo lo que ensalza la existencia. No solo lo bucólico sino el ser humano en su vida interna y las ansias de vivir que proporciona un mundo limpio con aire fresco. Le robamos un poquito de Platero y yo, con La flor del camino (Club joven Bruguera 1980): “¡Qué pura Platero, y que bella esta flor del camino!...Cada día, cuando, al empezar la cuesta, tomamos el atajo, tu la has visto en su puesto verde. Ya tiene a su lado un pajarillo que se levanta, ¿por qué?, al acercarnos: o está llena, cual una breve copa, del agua clara de una nube de verano; ya consiente el robo de una abeja o el voluble adorno de una mariposa...Esta flor vivirá pocos días, Platero, aunque su recuerdo puede ser eterno”.