“Solo se guía al pueblo mostrándole un porvenir: un líder es un mercader de esperanza”

Napoleón Bonaparte

La ONU, que es la Organización de las Naciones Unidas o United Nations en inglés, sólo por su nombre, hoy debería ser la institución con mayor importancia en el mundo, sobre todo para resolver todo tipo de conflictos y problemas internacionales, incluyendo la interminable e inentendible guerra de Siria y la pandemia por coronavirus, ya que con esta última la OMS (Organización Mundial de la Salud), a pesar de ser un organismo dependiente de la ONU, no lo está logrando como debería, ni la FAO para la alimentación mundial ni las demás dependencias de la ONU.

La ONU, que se fundó en octubre de 1945 a partir de la desaparecida Liga de las Naciones durante la Segunda Guerra Mundial, fue el foro presencial donde se autorizó la independencia del Estado de Israel, en mayo de 1948; después de ese suceso tan relevante para la humanidad y para la historia universal, la ONU debió haberse consolidado como la institución más trascendental del mundo entero, pero, al parecer, por participar en el desafortunado conflicto del Canal de Suez de Egipto, 8 años después, este sueño idealista no pudo consolidarse.

Lo que requiere la ONU en la actualidad no es luchar contra posturas ideológicas partidistas y nacionalistas, lo que se necesita para que la ONU sea en realidad la organización encargada de unir a las naciones, además de una inyección monetaria mucho más efectiva que la actual, es un liderazgo concreto, definitivo y verdaderamente motivacional, al estilo napoleónico, pero con una tendencia salomónica de pacifismo universal, con alguien como dirigente que verdaderamente sepa guiar a la Humanidad en este nuevo ordenamiento.

Ya es tiempo de que el mundo se una, de que se desvanezcan parcialmente las fronteras, y de que todos los seres humanos que habitan en este planeta Tierra por fin puedan tener los mismos derechos, las mismas oportunidades de vida, el mismo nivel de alimentación y la misma capacidad de obtención de felicidad.

Esto puede lograrse repartiendo adecuadamente los recursos naturales, y por eso México y toda Latinoamérica serían las estrellas (ver artículo sobre el verdadero sueño americano en SDP Noticias: Julio 30, 2019).

Y, finalmente, lograr el desarmamentismo mundial de una manera ya concluyente, debería ser labor de la ONU también, y de lograrse, con todo el material obtenido, construir naves, cohetes y estaciones, para ya consolidar la conquista del espacio, en lugar de seguir luchando irracionalmente entre seres humanos.

Nota cultural agregada

En la película La dama del señor, que cuenta con las actuaciones de Jonathan Rhys-Meyers y Natalia Vodiánova, se representa de una manera muy interesante a la Liga de las Naciones, antes de desaparecer durante la Segunda Guerra Mundial.