Fue una excelente noticia cuando Alejandro Armenta, tenía todo para ser el candidato a Gobernador de Puebla. Se publicaron escritos en redes sociales, y sucedieron muestras de buenos amigos que tengo en ese Estado, que no se dedican a la política, mostrando emoción. Abono a esa misma buena opinión que se tiene de Alejandro Armenta, la mía. 

También en esta fotografía, no es necesario preguntar a mi amigo Jorge Arzola, congruente al legado de su padre José Arzola, de quien con orgullo lleva su nombre la Casa de la Cultura en Tampico.

De la misma proporción fue el desencanto por el atropello a la voluntad de los ciudadanos que aspiran a que por fin sean buenos candidatos los que ofrezcan los partidos políticos, para seleccionar entre los mejores cuadros y no lo que ofrecen para escoger entre malo, peor y mucho peor.

Hace tiempo tome un cargo honorario como Director General del Fideicomiso para rescate del Centro Histórico de Tampico. El conocimiento, y la experiencia dicen que los recursos dentro de un Fideicomiso, dejaron de ser del Fideicomitente (s) quien o quienes aportan recursos, y bienes en el momento que se incorporaron al patrimonio del Fideicomiso.

“El que da y quita con el diablo se desquita”

La disolución de un Fideicomiso donde participa el Gobierno. Está contemplada en la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, en su Capítulo IV. De los Fideicomisos Públicos, los Artículos 40, 41, 42, ,43, 44, 45, Se determina dentro de esta y el propio Convenio del Fideicomiso, con el acuerdo del Fiduciario y del propio Fideicomisario, o sea el beneficiario (s) que debe estar de acuerdo, y así acepten en todo caso. En su Artículo 45 deberá ser:

“Sin perjuicio de los derechos que correspondan a los fideicomisarios, o a terceros”

La manifestación de tantos perjudicados, no están de acuerdo y sus derechos no están en riesgo de ser violados.

Es evidente el origen político y el tamaño de las presiones para tan siquiera considerar como para votar primero en la Cámara de Diputados, que aun con la férrea oposición, una mayoría eufórica lo aprobó, y ahora en el Senado de la Republica, el pleno estudia si se debe violar la Ley.

El Gobierno no es el único Fideicomitente en esos Fideicomisos, algunos lograron recibir aportaciones de fundaciones nacionales e Internacionales. Que no pueden aportar recursos para apoyos tan diversos como importantes, a Gobiernos, y si aportan generosos recursos a Fideicomisos.

Mucho del costo de esta decisión del absurdo de si se respeta la Ley, o no. Caerá sobre el Senador Morenista Alejandro Armenta, Presidente de la Comisión de Hacienda.

La historia nos ha ensenado que después de que pase el temporal político, la el impulso del momento, y de las metas. Se ven los hechos desde el punto de la vista de que es correcto, y eso talvez hoy no pero entonces será normal para todos concluir que es seguir la Ley porque esta no es una sugerencia, es la Ley. La aplicación de las leyes es obligatoria y que debe producirse contra todas las personas. Es un principio general del derecho romano:

La ley es dura, pero es ley. "Dura lex, sed lex".