Christian Duverger expone una serie de consideraciones, por demás interesantes, con miras a concluir que es en realidad a Hernán Cortés a quién corresponde la autoría de la Verdadera Historia de la Conquista de la Nueva España.

No obstante, es claro que el pasaje que refiere el fallecimiento del extremeño el 2 de diciembre de 1547, en “Castilleja de la Cuesta”, difícilmente podría haber sido de la autoría del propio extremeño.

Duverger aduce la búsqueda de reconocimiento para obtener de la corona la ratificación en “mercedes reales” sobre tierras y poblados, cuya titularidad habría quedado en condición precaria tras la expedición de las denominadas “Leyes de Nueva” de Barcelona, el 20 de noviembre de 1542.

Destacando, por lo demás, que la supina ignorancia de un soldado de baja gradación, como a la sazón habría sido Bernal Díaz del Castillo, difícilmente le habría permitido plasmar referencias culteranas en grado extremo sofisticadas, propias, en todo caso, de un hombre con estudios de “bachiller en leyes” por la Universidad de Salamanca, como lo habría sido el propio Hernán Cortés.

En la Historia Verdadera… el capitán general es descrito como “hombre latino” capaz de sostener conversaciones intrincadas en dicho idioma, dado incluso a cultivas la composición poética, de la que, dicho sea de paso, nada habría llegado hasta nuestros días, ya que, en caso contrario, Francisco Terrazas no sería considerado el primer poeta en habla castellana de estas tierras.

La cultura clásica de Cortés, acaso no investida de la altura que al efecto le atribuye Duverger, seguramente tampoco revestiría la condición de superficial como al efecto fuera calificada por José Luis Martínez.

El modelo del Comentario a la Guerra de la Galias, de Julio Cesar, seguido por el conquistador en la composición de las Cartas de Relación, cuyo medio mileno habremos de conmemorar el próximo 30 de octubre, pareciera abonar en todo caso al retrato que de él hace Christian Duverger.

Las asperezas surgidas entre Garcí Holguín y Gonzalo de Sandoval reivindicando cada uno por su cuenta el mérito por la detención de Cuauhtémoc el 13 de agosto de 1521, habrían sido solventadas, según la versión plasmada en La Historia Verdadera, por el propio Hernán Cortés en una alocución en la que habría rememorando la diatriba surgida entre Mario y Sila, que se enconaría con el tiempo hasta desembocar en las dictaduras que siguieron al último intento de los “Graco” por salvar la república.

Ambos oficiales se arrogaban el mérito de la detención de Yugurta, tras haber sido sofocada la revuelta de aquel legendario líder tribal en el norte de África.

Curiosamente, en la Historia Verdadera… no se hace referencia alguna al historiador Salustio, en tanto que, en las Cartas de Relación, al tratar el conflicto entre Garcí Holguín y Gonzalo de Sandoval por la captura del último de los emperadores mexicas, no se hace mención al culterano discurso referido por Bernal Díaz del Castillo.

El anciano soldado que culminaba sus días en Guatemala, a todas luces se encontraba muy lejos de alcanzar el refinamiento cultural que su descendiente, Francisco Antonio Fuentes y Guzmán, plasmaría en “la recordación florida”, pero, acaso, el anhelo por conservar las “mercedes reales” de la corona le habría obligado a acercarse a Salustio, así haya sido por la vía de prestar atento oído a la voz del capitán general, o en todo caso de haberse adueñado de un manuscrito de su autoría.

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