El senador con licencia Samuel García parece no dar tregua en provocar polémicas mediáticas. Ahora ha surgido un vídeo, aparentemente de 2015, donde el candidato a gobernador de Nuevo León asegura que en el “norte trabaja, el centro administra y el sur descansa”. Esta publicación, ciertamente dirigida a lastimar a su carrera política, se ha sumado a la retahíla de desafortunados comentarios que han provocado risas y encono en las redes sociales.

García acierta al asegurar que los estados del norte son los más productivos. Su estado natal, Nuevo León, es la tercera entidad que mayores contribuciones hace al PIB nacional, por detrás únicamente de la Ciudad de México y el Estado de México. Ello ha derivado, en buena medida, del desarrollo industrial del estado y de la migración hacia el norte de importantes empresas mexicanas, sumado a la dinámica relación fronteriza con los Estados Unidos.

Sin embargo, las declaraciones de García pintan -nuevamente- de cuerpo entero al legislador. Quizá sus expresiones deriven de una óptica exclusivamente neoleonesa, con miras a ganar la simpatía regia, quienes efectivamente reclaman ser contribuyentes netos a las arcas nacionales, pues reciben de vuelta proporcionalmente menos que los estados ás pobres como Oaxaca, Guerrero o Chiapas, cuyos presupuestos dependen enteramente de las aportaciones federales. Si se trata de ganar elecciones locales… quizá el candidato ande por buen rumbo.

Por el contrario, si los comentarios del imberbe senador con licencia derivan de su errónea creencia de que los estados del sur “descansan”, García podría engrosar las filas de los legisladores más ignorantes e indolentes que el país haya conocido. En este sentido, bien debería individuo comprender las causas estructurales de la pobreza, las razones de la desigualdad, las carencias alimentarias, la deplorable calidad de la educación y el lamentable estado de las condiciones de salud de los estados del sur.

Sus declaraciones traslucen, en suma, sea una estrategia política para ganar simpatías en Nuevo León, o simplemente, un profundo desconocimiento de la historia del país, de cómo se diseñan políticas públicas, y sobre todo, un desprecio por aquel sur profundo que sufre diariamente la ausencia del Estado al tiempo que es carcomido por los perversos sindicatos, la ignorancia y la corrupción de las élites políticas.

El golpeteo político contra García seguirá mientras éste se empecine en continuar en la vida pública nacional. Sin embargo, sus desafortunadas declaraciones resultarían anecdóticas si no se tratase del pensamiento cuasi generalizado de los habitantes del norte de nuestro país.